El Estado Islámico secuestró a 35 ciudadanos egipcios como venganza tras los bombardeos de Egipto contra posiciones yihadistas en Libia.
Los raptos se realizaron durante las redadas realizadas en zonas del grupo yihadista Ansar al Sharia y otros grupos extremistas afines al Estado Islámico.
La mayoría de los secuestrados son trabajadores agrícolas que cruzaron la frontera en búsqueda de empleo, pero fueron capturados en Derna y Sirte.
Los bombardeos de Egipto, en coordinación con las fuerzas libias, contra posiciones estratégicas yihadistas cobraron la vida de 64 supuestos yihadistas y 7 civiles, entre ellos 3 menores de edad.