El Papa Francisco declaró este miércoles que la castidad de las religiosas “debe ser fecunda, una castidad que genere hijos espirituales para la Iglesia”, por lo que las monjas deben “ser madres y no solteronas”.
El pontífice hizo esa declaración ante 800 religiosas, provenientes de 1,900 órdenes, quienes asistieron a la asamblea plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), y a las que el Papa recibió en el Vaticano.
Para ejemplificar su afirmación utilizó la imagen de la Virgen María, y añadió que no se puede entender a María sin la maternidad.
Con información de La Crónica.