La paquistaní Malala Yousafzai, de tan sólo 17 años, fue galardonada hoy con el Premio Nobel de la Paz por su lucha por la educación infantil. Conoce la historia de la niña que desafió al estado islámico por defender su derecho a estudiar.
Malala Yousafzai nació en Míngora, Pakistán, el 12 de julio de 1997 y desde los 10 años empezó a tomar conciencia y a indignarse con las injusticias que impartía a los habitantes de Pakistán el grupo talibán.
Yousafzai comenzó a tener notoriedad cuando a los 13 años explicaba en un blog para la BBC, usando un seudónimo, su vida bajo el régimen talibán. Luego, en participó, junto a su padre, en el documental: Pérdida de clases, la muerte de la educación de la mujer, que mostraba las dificultades que enfrentaban las mujeres para educarse en esas zonas.

El ataque:
El mundo reconoció y siguió a Malala luego de que un grupo talibán decidiera terminar con su vida, luego de un sinnúmero de amenazas que la niña ignoró para seguir su lucha por la educación y libertad de las mujeres.
En 2009, la adolescente, a la que acusaban de ser un instrumento de la ‘propaganda occidental’, sufrió un ataque cuando regresaba de la escuela.
Malala recibió 3 disparos en la cabeza y fue trasladada al Hospital Reina Isabel de Birmingham, en Inglaterra, donde recibió una placa de titanio en el cerebro y un dispositivo auditivo.
El ataque contra Malala conmocionó a todo el Mundo y la niña de cabello negro y mirada serena se convirtió en una figura popular.

Reconocida mundialmente:
Desde su marcha de Pakistán, participó en varias conferencias internacionales donde abogó por la paz y la educación de los niños, pidiendo a los dirigentes mundiales que ‘envíen libros, no armas’ a los países pobres. También abogó ante el presidente nigeriano Goodluck Jonathan para que se reuniera con los padres de las adolescentes secuestradas por el grupo islamista Boko Haram.
En 2013 fue nominada a recibir el premio Nobel de la Paz y figura entre las 100 personas más influyentes, según la revista Time.
La joven paquistaní también recibió el Premio Nacional de la Paz en 2011, el Premio Simone de Beauvoir, en 2013, y el Premio Sájarov por su lucha por la educación de las mujeres en ese país.

En casa:
Los círculos islamistas ven a Malala como un ‘agente de Estados Unidos’ o ‘de Occidente’ creado para corromper a la juventud y propagar una cultura antimusulmana.
La adolescente, que tiene todavía tiene el borde de la boca paralizado como secuela del atentado, responde a sus detractores, como hizo este año en la sede de la ONU en Nueva York, proclamando que ‘la pluma es más fuerte que la espada’ y aseguró que no sentía ‘ningún resentimiento hacia los talibanes’ que la atacaron.
Malala sueña con algún día hacer política en Pakistán.

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