El maquinista del tren accidentado en las afueras de Santiago de Compostela, en el noroeste de España, Francisco José Garzón, se negó este viernes a declarar ante la policía, al considerar que tiene ese derecho.
De acuerdo con medios locales, el conductor del tren estaba acompañado de un abogado cuando la policía quiso que prestara declaración sobre los sucesos.
Garzón está detenido en calidad de imputado por el presunto delito de homicidios imprudenciales, sigue bajo custodia policial en un hospital de Santiago de Compostela, en espera de ser llamado por el Juzgado Tercero de Instrucción de esa ciudad.
El operario reconoció en una comunicación posterior al accidente con la estación de la capital gallega que iba a 190 kilómetros por hora, cuando ese tramo donde se descarriló permite una máxima de 80 kilómetros por hora.
Sobre el maquinista, el presidente de la entidad Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferre, declaró que debía haber empezado a frenar unos 4 kilómetros antes de llegar a la curva donde ocurrió el percance.