La Organización Internacional para las Migraciones informó que durante la última semana al menos mil personas que intentaban migrar hacia Europa murieron o desaparecieron en el Mediterráneo.
Tan solo 880 personas perdieron la vida en naufragios en la peligrosa travesía de Libia a Italia, cuando tres embarcaciones de contrabandistas atestadas de personas se fueron a pique bajo el peso de su carga humana.
El saldo fatal es el mayor en más de un año y pudiera ser augurio de los desastres que se avecinan en los próximos meses, durante el tradicional incremento en el tráfico humano a medida en que las temperaturas se vuelven más cálidas.