El nuevo secretario general de la ONU dijo este martes que “no hago milagros”, pero sí tiene grandes ambiciones: quiere reformar el organismo global y lograr que las 193 naciones integrantes se unan para resolver los “problemas terribles” que enfrenta el mundo.
En su primer día en la sede de la ONU luego de recibir las riendas de Ban Ki-moon, António Guterres indicó que los conflictos se multiplican y se interrelacionan para provocar “este fenómeno nuevo, el terrorismo global”.
Al mismo tiempo, añadió, hay grandes violaciones de los derechos humanos, y la desigualdad “ha crecido de manera dramática”.
En un mundo globalizado e interconectado, Guterres señaló que la exclusión es “más insoportable que nunca porque la gente puede ver cómo viven los demás, puede ver la prosperidad en otras partes del mundo”. Y eso “detona más fácilmente la rebelión, la furia, y se vuelve un factor en la inestabilidad” de los conflictos.
El ex primer ministro de Portugal y jefe de la agencia de la ONU para los refugiados comentó que “solo las soluciones globales permiten afrontar los problemas globales, y la ONU es la piedra angular de ese enfoque multilateral”.
Pero mucha gente en el mundo no lo cree así, como lo demuestra la división creciente entre el público y los gobiernos y el establishment político en muchos países.
“También vemos en relación a las organizaciones internacionales como la ONU mucha resistencia en muchas partes del mundo”, expresó Guterres. “Hay mucho escepticismo acerca del papel que puede desempeñar la ONU”.