El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió los monitoreos de llamadas telefónicas y de datos en internet que se realizan sin menoscabo de la protección que otorga la Constitución, y son una necesidad frente a la amenaza terrorista.
“Mi valoración y la de mi equipo es que nos han ayudado a prevenir ataques terroristas”, dijo el mandatario al responder a preguntas de la ciudadanía durante una aparición en San José, como parte de su visita de trabajo a California.
En su primera reacción pública, tras las revelaciones de la prensa sobre dos programas de monitoreo, el presidente insistió que el programa es limitado en sus alcances y constituye una necesidad frente a la amenaza terrorista.
“Cuando se trata de llamadas telefónicas, nadie está escuchando sus llamadas. El programa no se trata de eso”, explicó Obama, tras desestimar la noción de algunos críticos de que esas acciones se lleven a cabo fuera de control y sin supervisión alguna.
El mandatario dijo estar abierto a un debate sobre el programa a cargo de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), y cuya existencia fue revivida tras las revelaciones de la prensa, pero insistió en que tales acciones se justifican en los tiempos actuales.
Consideró que en este renovado debate “es importante reconocer que ustedes no pueden tener 100 por ciento de seguridad y también 100% de privacidad y cero inconveniencias”.
Obama desechó la noción de que esos programas sean secretos, los consideró como clasificados y sobre los cuales el Congreso es informado de manera regular.