El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, suspendió sus vacaciones en Hawaii para abordar esta semana en Washington el tema del precipicio fiscal, anunció la Casa Blanca.
Obama y el Congreso deben llegar a un acuerdo antes de fin de año para evitar un aumento automático de impuestos y recortes en los gastos del gobierno a partir de enero, que podría afectar la economía.
La Cámara de Representantes y el Senado, a su vez, se aprestan a reanudar sus sesiones este jueves tras un receso por la Navidad con la meta de buscar una solución bipartidista a ese asunto urgente.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, reiteró la semana pasada que continuará con sus esfuerzos para evitar el precipicio fiscal pese al fracaso de su llamado “plan B”.
El líder republicano canceló una votación sobre su plan B, que había propuesto como alternativa en caso de que fallen las negociaciones con Obama, porque no consiguió los votos suficientes.
El “plan B” buscaba evitar un incremento de impuestos para la gran mayoría de estadunidenses, excepto los que ganan más de un millón de dólares, lo cual generó el rechazo de miembros de su partido.
Si no se logra un acuerdo entraría en vigor el 1 de enero el llamado “precipicio fiscal”, una serie de recortes del gasto y alzas de impuestos de unos 500 mil millones de dólares puede hacer caer al país en una nueva recesión, según la Oficina Legislativa del Presupuesto.