Cuatro grupos del exilio cubano mostraron su apoyo unánime al aviso hecho hoy por el presidente electo estadunidense, Donald Trump, de que romperá el “acuerdo” con Cuba si el gobierno de la isla no accede a mejorarlo en beneficio del pueblo cubano.
El presidente de la influyente Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), Jorge Mas Santos, se mostró partidario de que Estados Unidos “renegocie o tome medidas unilaterales” para “empoderar al empobrecido” pueblo cubano, si el régimen cubano no responde a los pasos dados por el gobierno estadunidense.
“Se abre un nuevo contexto y marco de relaciones bilaterales que exigirá a La Habana establecer profundas reformas económicas y políticas necesarias para el beneficio de los cubanos”, dijo Mas Santos, hijo del activista cubano fallecido Jorge Mas Canosa, fundador de la FNCA.
Trump escribió hoy en su cuenta de Twitter que “si Cuba no está dispuesta a hacer un acuerdo mejor para el pueblo cubano y los cubano-estadunidenses en su conjunto”, pondrá fin al acuerdo.
“Estamos seguros de que el mensaje de Trump es positivo. Nos alegra que tenga esa posición y diga que pondrá fin al acuerdo y concesiones a Cuba de no producirse un cambio para mejor del pueblo cubano”, señaló Ángel de Fana, director de Plantados, uno de los grupos que integran la Asamblea de la Resistencia Cubana en Miami.
Si bien entiende De Fana que son los cubanos dentro de la isla los que deben decidir sobre su destino, se mostró feliz de que el republicano Trump asuma un papel activo en la promoción de la “libertad, democracia y mejora de las condiciones de vida” de la población en la isla.
En coincidencia con Mas Santos, De Fana expresó su confianza en que la nueva administración estadunidense “contribuya” a impulsar avances en el terreno de los derechos políticos y civiles de la población cubana y no acepte “concesiones sin cambios”.
Este posible crucial viraje de Estados Unidos en relación con la isla fue también aplaudido por Antonio Díaz Sánchez, secretario general del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), fundado por el fallecido opositor cubano Oswaldo Payá.
“Creemos que el gobierno estadunidense tiene que ser pública, abierta y claramente solidario con el derecho de los cubanos a pronunciarse mediante elecciones libres”, reclamó Díaz.
A la vez, el activista cubano apeló a la “solidaridad internacional” de los países democráticos en la consideración de que los cubanos “también tienen derecho a la libertad y la responsabilidad de lograrla”.
Por ello, prosiguió, tanto las relaciones diplomáticas como el intercambio económico con la isla caribeña deben, en primer lugar, “partir de que Cuba no es un país democrático y sin derechos”.
Durante las primarias y en la carrera por la Presidencia del país, Trump hizo frecuentes alusiones a que “revocaría” las medidas ejecutivas del presidente Barack Obama “a no ser que el régimen de los Castro” restaurara “las libertades en la isla”.
Una “solidaridad con las libertad del pueblo de Cuba”, por parte de Trump, que debe exigir, reiteró Díaz, “elecciones libres”, aunque todavía está por determinar, precisó, cuáles son esos aspectos concretos del “acuerdo” con Cuba que tiene en su punto de mira el magnate neoyorquino.
De momento, el futuro jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus, dijo que el presidente electo aguardará a ver “algunos movimientos” de La Habana en relación con las libertades en la isla caribeña para decidir cómo será su relación y, de no haberlos, revertirá el acercamiento entre ambas naciones iniciado en diciembre de 2014.