Una decena de prisioneros, entre ellos varios vinculados a Al Qaeda que aguardaban ejecución, escaparon de una cárcel cercana a Bagdad.
Es el indicio más reciente de las dificultades por las que atraviesa el cumplimiento de la ley y el orden en Irak más de un año después del retiro de las fuerzas estadounidenses.
La fuga carcelaria ocurrió horas antes de la realización de una protesta de miles de manifestantes, principalmente suníes, en la capital y en otras partes del país para reavivar sus exigencias al gobierno iraquí.
Las movilizaciones se han extendido tres semanas y las demandas incluyen la excarcelación de los detenidos así como cambios a la severa ley antiterrorista que los suníes consideran dirigida injustamente contra ellos por pertenecer a otra rama religiosa.
Los prisioneros escaparon la madrugada del viernes por las ventanas de sus celdas y se apoderaron de las armas de los guardias que controlaban dos torres de vigilancia, dijo un funcionario policial.
El funcionario afirmó que todos los evadidos estaban sentenciados por cargos de terrorismo y algunos aguardaban ejecución, aunque no facilitó mayores detalles de los delitos que se les imputan ni precisó el número que había escapado.