El torso de una estatua descomunal que podría ser de uno de los más importantes faraones egipcios fue extraído de un pantanal subterráneo en un suburbio de El Cairo donde fue descubierto recientemente.
Con unas tres toneladas de peso, el torso tuvo que ser jalado por una grúa hasta que docenas de trabajadores la llevaron a terreno seco, donde la cubrieron con un manto blanco.
Un primer trozo del coloso, parte de la cabeza, fue sacado el pasado jueves.
El Ministerio de Antigüedades informó que la estatua sería ensamblada en el Museo Egipcio en el centro de El Cairo. Luego la pieza junta será llevada al Gran Museo Egipcio, un museo que abrirá pronto cerca de las Pirámides de Giza.
La estatua quizá sea de Ramsés II, quien subió al trono a principios de su segunda década de vida y gobernó a Egipto por 60 años, hace más de tres mil años. Se cree que Ramsés II expandió el territorio egipcio hasta lo que ahora es Siria al este y la actual Sudán al sur.
Tal expansión le valió el título de “Ramsés el Grande”.
La estatua fue descubierta la semana pasada por un equipo arqueológico alemán-egipcio en el distrito de Matariya, en El Cairo.