John Allen, el militar nominado por el presidente Barack Obama como el próximo comandante supremo de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) renunció este martes al Ejército y a su postulación, argumentando razones familiares.
El pase a retiro del general Allen se produjo a menos de un mes de que El Pentágono determinó que el militar de 4 estrellas no incurrió en conducta inapropiada en sus intercambios por correo electrónico con una mujer en Florida.
De esta manera, Allen evitó verse sometido de nueva cuenta a cuestionamientos sobre la naturaleza de sus intercambios con Jill Kelley en las audiencias que tendrían lugar con motivo de su nominación a la OTAN.
Kelley es una de las mujeres relacionadas al escándalo extramarital que puso fin a la carrera de David Petreaus, quien en noviembre pasado renunció a su cargo como director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Allen comunicó su decisión al mandatario Obama durante el encuentro que ambos sostuvieron en la sede presidencial.
El mandatario agradeció a Allen sus años de servicio en las Fuerzas Armadas, particularmente los 19 meses que sirvió como comandante de las fuerzas estadunidenses y de la coalición en Afganistán.