El ex presidente israelí Shimon Peres se encuentra “en condición seria pero estable” tras sufrir el martes una apoplejía, indicaron los médicos que le atienden.
El estadista de 93 años y ganador del Nobel de la Paz en 1994, se encuentra en coma inducido para que pueda descansar tras sufrir una hemorragia significativa en el cerebro, indicó el doctor Yitzhak Kreiss, director del Centro Médico Sheba, cerca de Tel Aviv.
La prensa local informó que Radi Valden, yerno de Peres y su médico personal, se mostró optimista y dijo que el ex presidente respondía cuando se le hablaba incluso apretaba la mano cuando se le pedía antes del coma.
“Nos alegra señalar que respondía cuando se rebajó un poco la sedación”, señaló. “Nos mantendremos muy cerca de él durante y el día esperemos que la próxima vez que se rebaje la sedación podamos comunicarnos con él”.
Shimon Peres
Desde que dejó la presidencia en 2014, Shimon Peres se ha mantenido activo luego de completar un periodo de siete años. El martes temprano había subido un video a su cuenta de Facebook en el que animaba al público a comprar productos locales. En el video Peres se ve un poco cansado pero está alerta y coherente.
El ex mandatario es considerado el anciano estadista de la política israelí, uno de los símbolos más admirados del país y el último lazo sobreviviente a los fundadores del Estado.
Durante sus siete décadas de carrera fungió en prácticamente todos los cargos mayores de la política israelí, incluyendo tres mandatos como primer ministro, además de canciller y ministro de Finanzas.
Se sabe que el ex presidente lleva un estilo de vida saludable y se enorgullece desde hace tiempo por su longevidad y energía.
Este año fue hospitalizado en dos ocasiones por problemas de corazón, pero recibió el alta con rapidez. La semana pasada recibió un marcapasos, indicó su oficina.
Peres, que durante muchos años fue una figura muy divisiva en la política israelí, se convirtió finalmente en una de las figuras públicas más populares en sus últimos años.
“A los ojos de su pueblo dejó de ser un político. Se convirtió en una figura histórica, más grande que la política, más grande que los asuntos cotidianos, una figura en su propia liga”, escribió Nachum Barnea, columnista de Yediot Ahronot.
Al conocerse las noticias sobre su apoplejía, Peres recibió buenos deseos de amigos y enemigos políticos por igual.