Japón, Filipinas y Vanuatu fueron azotados por varios sismos de diversa magnitud, causando al menos tres heridos, daños materiales y la suspensión de los servicios de trenes en el primer país, pero sin que se emitiera la alerta de tsunami.
En el suroeste de Japón, un sismo de 6.4 grados en la escala de Richter ocurrió en la prefectura de Kumamoto, seguido de una réplica de 5.7 grados, informó la Agencia Meteorológica de Japón, que ubicó su epicentro a unos 10 kilómetros de profundidad.
Hasta el momento se conoce que el movimiento telúrico provocó el derrumbe de varios edificios y generó la suspensión de los servicios de trenes de alta velocidad en Kumamoto, donde se encuentran varias centrales nucleares.
Poco antes, otro sismo de 6.0 grados en la escala de Richer sacudió la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas, dejando tres personas heridas y varias casas destruidas.
El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas precisó que el epicentro del temblor se localizó a 13 kilómetros de profundidad, a 28 kilómetros al noroeste de la localidad de Siocon y unos 750 kilómetros al sur de Manila.
Asimismo, otro movimiento telúrico de 6.0 grados Richter ocurrió en el norte de Vanuatu, en el Pacífico sur, sin que se haya declarado una alerta de tsunami o informado de daños materiales.

