La cifra de muertos por el ataque que extremistas islámicos realizaron en Westgate, un centro comercial de lujo en Nairobi, se elevó a 59.
Los atacantes lanzaron granadas de mano y dispararon fusiles de asalto.
El ejército y la policía de Kenia mantuvieron sitiado el centro comercial y sostuvieron tiroteos esporádicos con los extremistas.
La Cruz Roja de Kenia informó de 49 personas desaparecidas, mientras que un ministro keniano contabilizó 175 heridos.
Entre las víctimas hay varios extranjeros, entre ellos estadounidenses, franceses, un chino y varios canadienses.
Al-Shabab, un grupo islámico somalí vinculado con Al-Qaeda asumió la responsabilidad del ataque.
Los rebeldes dijeron que el hecho fue una represalia por la incursión del ejército keniano a Somalia en 2011 y amenazaron con lanzar nuevos ataques.