El presidente de Ucrania ordenó al ejército mantenerse en estado de alerta en la frontera de facto con Crimea y en el frente de Ucrania oriental, luego de las acusaciones hechas por Moscú de que Ucrania envió “saboteadores” a realizar atentados en la península.
La tensión entre ambas naciones se registra desde marzo de 2014, luego de que Rusia se anexó la península de Crimea en el Mar Negro, tras un referendo convocado a las prisas. A partir de entonces, separatistas respaldados por Rusia empezaron a combatir a las fuerzas del gobierno ucraniano en el este de ese país y las batallas continúan al día de hoy.
La agencia de inteligencia rusa FSB informó el miércoles que uno de sus oficiales y un soldado murieron el fin de semana en dos incidentes mientras repelían lo que Moscú calificó de ataques de “saboteadores” ucranianos. Ucrania rechazó las acusaciones por “fantasiosas” y “provocadoras”.
El presidente ruso Vladimir Putin acusó a su vez al gobierno ucraniano de planear los ataques y convocó a una reunión del alto mando militar para discutir la seguridad en Crimea tras los informes de los ataques fallidos.
Por su parte, el presidente ucraniano Petro Poroshenko afirmó en Twitter que el ejército estará en alerta de combate no solo en la frontera de facto con Crimea sino también en la línea de contacto en el este de Ucrania, de donde se supone los dos bandos retiraron sus armas pesadas.
Al igual que Putin, Poroshenko convocó a los jefes de las agencias de seguridad.