Nuevos conflictos, recriminaciones y choques de corrientes internas en el partido en el poder se desataron luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) informó que como resultado de la consulta pública realizada para la elección de la presidencia del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) no es posible determinar un ganador, porque Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado Carrillo terminaron técnicamente empatados con 25.34 y 25.29%, respectivamente, de los votos emitidos por militantes y simpatizantes de ese instituto político.
Para la secretaría general, en cambio, la senadora con licencia Citlalli Hernández Mora obtuvo 21.44% de las preferencias, muy por arriba del segundo lugar en que se ubicó Karla Díaz con 13.69%, por lo que será aquella quien desempeñe ese cargo en espera de que haya un nuevo presidente morenista.
Inmediatamente después de conocerse estos resultados se desataron las pasiones en las filas morenistas entre quienes apoyan a un Muñoz Ledo, que acusó trampas en la consulta y se declaró triunfador, o a un Delgado Carrillo que anunció lacónico que seguirá en la contienda por la dirigencia nacional de su partido.
Muñoz Ledo aseveró que “yo gané y asumo la presidencia de Morena el lunes” 12 de octubre, para cuando convocó incluso a sus seguidores a acompañarle a rendir protesta porque “ganamos, estamos arriba todavía; ahí hay trampas porque cambiaron la proporción en que ganamos, pero verdaderamente es una victoria de la moral, electoral, de los derechos ciudadanos y de la democracia”.
En entrevista con un diario de circulación nacional el expresidente de la Cámara de Diputados dijo que la primera encuesta la ganó dos a uno a Mario Delgado y en la segunda consulta superó también a su contrincante aunque fuera por unas cuantas décimas.
“Ahora si quieren una tercera encuesta tienen que probar por qué; pero si la hacen se ratificará mi triunfo. Esas gentes que compran incluso a personas, no solo a órganos electorales, quieren muchas encuestas porque en cada una les voy a ganar y quieren más dinero en la otra. Yo iré a la encuesta que quieran y en todas les voy a ganar, aunque subrayo que esta es ilegal”, aseveró Muñoz Ledo.
Por lo pronto Mario Delgado anunció que continuará en el proceso interno de Morena tras darse a conocer el empate técnico. “La tercera es la vencida”, afirmó en un mensaje en sus redes sociales. Y anunció: “Estoy seguro que vamos a ganar porque la militancia lo que quiere es la unidad, dejar atrás los conflictos”.
En cambio Muñoz Ledo consideró que “los resultados son un robo y un asalto”. Y acusó incluso la existencia de una presunta conspiración para evitar que sea dirigente de Morena.
Así las cosas Citlalli Hernández, como virtual nueva secretaria general de Morena, propuso a Delgado seguir como coordinador de los diputados y reconocer a Muñoz Ledo como ganador de la encuesta para definir la presidencia del partido.
Ante todo ello Mario Delgado enfatizó: “Vamos a ganar. vamos a estar muy pendientes de que se determinen las nuevas fechas y las metodologías para la encuesta, y vamos a seguir participando porque vamos a ganar”. Y luego de agradecer las “enormes y muchísimas muestras de apoyo, solidaridad y cariño” recordó su mensaje: “La unidad, esa va a ser nuestra gran fortaleza para ganar las elecciones de 2021”.
INE
La tarde del viernes 9 de octubre se realizó la sesión extraordinaria urgente de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE para dar a conocer los resultados del ejercicio demoscópico llevado a cabo del 2 al 8 de octubre a nivel nacional entre militantes y simpatizantes de ese partido.
Participaron en esa segunda consulta para la presidencia del partido en el poder los morenistas que resultaron punteros en la primera, es decir, Porfirio Muñoz Ledo, Mario Delgado Carrillo, Yeidckol Polevnsky, Adriana Menéndez y Mirna Díaz.
Luego de la revisión de la metodología aplicada los expertos de la UNAM dieron a conocer los resultados de las cuatro mil 783 encuestas realizadas con los siguientes resultados: Porfirio Muñoz Ledo obtuvo 25.34%; Mario Delgado, 25.29%; Adriana Menéndez, 19.18%; Yeidckol Polevnsky, 16.61%, y Mirna Díaz con 13.58 por ciento.
Debido a que Muñoz Ledo y Delgado Carrillo tienen una diferencia muy cerrada los científicos que analizaron los resultados concluyeron que no es posible determinar a un ganador ya que los intervalos “están completamente interceptados”.
Ante este panorama la presidenta de la comisión del INE, Claudia Zavala Pérez, recordó que la convocatoria para la designación de la dirigencia de Morena tiene previsto que en el caso de que haya una candidatura en la que no se cuente con elementos que permitan determinar al ganador se tendrá que realizar una nueva consulta para determinar a la persona que ocupará ese cargo.
Agregó que al cumplirse lo dispuesto en la convocatoria acerca de un resultado que no permite saber quién fue el triunfador se enviará a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) el informe respectivo, en cumplimiento de la sentencia emitida por el máximo órgano electoral de que la designación de la dirigencia de Morena se decida mediante encuestas abiertas.
La consejera afirmó que el proceso de selección del presidente de Morena no ha concluido y será el TEPJF el que determine la ampliación de los tiempos y la aplicación del proceso respectivo.
Si bien en la primera encuesta de reconocimiento el diputado federal Porfirio Muñoz Ledo obtuvo una amplia ventaja sobre el también legislador Mario Delgado Carrillo (41.7 contra 27.1%), este empate técnico genera un escenario de incertidumbre respecto de quién será el próximo líder nacional morenista.
Con este empate sorpresivo y que muy pocos esperaban la contienda por el liderazgo de Morena, el partido más importante del país y que detenta la Presidencia de la República, se recrudeció y el resultado de la encuesta dejó abierta la puerta para que los dos punteros se enfrasquen en un nuevo pleito.
En esta lucha es previsible que se den con todo para tratar de obtener el liderazgo del partido en los próximos tres años, que serán determinantes no solo para procesar las elecciones de 2021, estratégicas para la segunda parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que además será el paso previo para los posicionamientos de los grupos de cara a la sucesión presidencial de 2024.
Así, este empate técnico genera un escenario de incertidumbre respecto de quién será el próximo líder nacional morenista, es decir: la moneda sigue en el aire y la pelea continúa.
Árbitro
¿Qué papel ha jugado el TEPJF en este proceso? A lo largo de más de diez meses de conflicto interno en Morena, el Tribunal Electoral ha tenido una constante participación ya que en ese lapso emitió cerca de 20 resoluciones derivadas de las quejas de militantes y simpatizantes de ese partido que recurren a la máxima instancia electoral para impugnar violaciones a estatutos e irregularidades en el proceso.
La primera intervención de los magistrados electorales fue en octubre de 2019, cuando anularon el proceso de elección de consejeros al considerar que el padrón utilizado no resultaba “confiable”, además de ordenar que se integraran todos los militantes que solicitaron afiliación hasta agosto de 2018.
De nueva cuenta el TEPJF intervino en enero pasado para invalidar el Consejo Nacional de Morena del 30 de noviembre de 2019, al determinar que no se reunió el número de morenistas necesario para que sesionara de manera válida.
El principio de paridad de género en la convocatoria para la elección de la dirigencia del partido fue otro de los temas que provocaron la intervención de los magistrados electorales y propició un fuerte reclamo del dirigente interino Ramírez Cuéllar.
Y es que el TEPJF dispuso a mediados de septiembre que el INE modificara la convocatoria para la consulta para renovar la dirigencia nacional de Morena porque no se estableció el principio de paridad de género que se debía garantizar.
La dirigencia de Morena acusó que ese fallo dejaba dudas y contenía contradicciones, además de vulnerar los procesos internos del partido y las normas. Ramírez Cuéllar aseguró que se trataba de una sentencia hecha a modo por parte del TEPJF y el INE, que asaltaba la institucionalidad de Morena.
A principios de octubre trascendió el proyecto elaborado por el magistrado presidente Felipe Alfredo Fuentes Barrera, quien propuso revocar el proceso de renovación de la presidencia y secretaría general por considerar fundados los motivos de disenso. De ahí que estimara procedente revocar el procedimiento realizado por el INE y propusiera posponer la realización de la encuesta abierta hasta concluir el proceso electoral 2020-2021.
Sin embargo en la sesión del 7 de octubre por unanimidad los magistrados electorales avalaron un nuevo proyecto del magistrado Fuentes Barrera en el que desechaba todas las impugnaciones en contra de la encuesta para la renovación de la dirigencia del partido, por lo que avalaba que el INE continuara con la encuesta.
La intervención del TEPJF en el proceso interno de Morena se ha dado como máxima autoridad electoral e instancia encargada de proteger los derechos político-electorales de los ciudadanos.
Ante el TEPJF pueden acudir militantes o simpatizantes de un partido que consideren que sus derechos han sido violados por dirigentes o instancias partidistas, impugnaciones y quejas que deben ser atendidas y para lo cual el tribunal tiene las atribuciones que le concede la ley.
Lineamientos
Para atender la sentencia dictada por el TEPJF el INE inició el proceso al que le instruyeron: renovar la dirigencia nacional de Morena por medio del levantamiento de una serie de encuestas abiertas a simpatizantes y adherentes del partido.
En primer lugar el 31 de agosto el instituto emitió los Lineamientos rectores del proceso de elección de la presidencia y secretaría general de Morena, en los que se estableció que “la renovación de los cargos se llevará a cabo a través de una encuesta abierta entre la ciudadanía mexicana residente en el país, mayor de 18 años y con credencial para votar válida y vigente, registrada en la Lista Nominal, respecto de personas que se auto adscriban como militantes y simpatizantes de Morena”.
Se especificó que el levantamiento estaría a cargo de tres empresas profesionales en demoscopía que debían acreditar su experiencia en la realización de encuestas político-electorales de carácter nacional durante los procesos electorales federales de 2014-2015 y 2017- 2018 y tendrían que haberse apegado a los criterios generales de carácter científico que en la materia ha emitido el INE.
Las empresas Covarrubias y Asociados, Parametría y BGC Ulises Beltrán y Asociados se eligieron mediante un proceso de insaculación conducido por la Secretaría Ejecutiva del instituto en un evento público celebrado el 7 de septiembre que contó con la presencia de representantes de Morena y de las encuestadoras.
Para definir las características y metodología de la encuesta se conformó un grupo de expertos integrado por representantes de las empresas, en tanto que el organismo designó a dos personas que en su momento pertenecieron al Comité Técnico Asesor de los Conteos Rápidos durante los procesos electorales federales de 2014-2015 y 2017-2018: Patricia Romero y Carlos Rodríguez, investigadores del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de la UNAM.
Se estableció que el grupo de expertos tomara sus decisiones de manera colegiada y dejara constancia de sus discusiones, acuerdos y resoluciones.
De manera particular la consejera Claudia Zavala, presidenta de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE, “garantizó la solidez del ejercicio demoscópico que se construyó de la mano de expertos de la UNAM y de las tres empresas”.
Los expertos generaron una metodología que permitiera garantizar que cada simpatizante y militante de Morena con credencial para votar vigente pudiera ser seleccionado para participar.
De esta manera, conforme a los lineamientos, el muestreo fue “estratificado” por tipo de sección electoral y dividido en tres estratos: urbano, rural y mixto. Al interior de cada estrato se realizaron cuatro etapas para seleccionar de forma aleatoria a los participantes de la encuesta. Se seleccionaron 126 secciones electorales por cada estrato; de cada sección se hizo un listado aleatorio de todas las manzanas; los encuestadores acudieron a la primera manzana de la lista, hicieron un recorrido para identificar el total de las viviendas habitadas y de ahí eligieron de forma aleatoria diez casas, y tras seleccionar las viviendas se contactó a sus habitantes para hacer una nueva lista donde se eligió a los participantes también de forma aleatoria.
Con el listado final se visitó a las personas seleccionadas, a quienes se formularon “preguntas filtro” para constatar que tuvieran credencial válida vigente, así como para comprobar que fueran simpatizantes o militantes de Morena.
Cabe destacar que en una primera etapa las empresas aplicaron, del 22 al 28 de septiembre, una Encuesta de reconocimiento para fin de contar con una lista final de candidatos a la dirigencia nacional de Morena que participarían en la Encuesta abierta. Recordemos que para participar en el proceso se registraron 47 candidatos a la presidencia y 53 a la secretaría general.
En esa primera encuesta de “reconocimiento” la pregunta fue por cada candidatura: “¿Conoce o ha escuchado de ‘X’ persona?”, mientras que la pregunta final fue: “¿Cuál de los siguientes candidatos y candidatas elige usted?”
En la primera encuesta, de “reconocimiento”, la pregunta indagaba en torno a la fama de los candidatos. Mientras que en la segunda encuesta la pregunta sobre a “quién elige usted” para dirigir a nivel nacional al partido Morena indagaba sobre la idoneidad para desempeñar tal cargo sobre los candidatos, según el juicio de cada encuestado.
El 30 de septiembre el INE informó que en la medición sobre el reconocimiento de los aspirantes a la presidencia se identificó a dos candidatos, cuyos intervalos de confianza fueron claramente distinguibles del resto. Esto es, “valores atípicos frente al conjunto y que con certeza estadística ocuparon los primeros lugares”.
Por lo anterior el INE, con base en criterios estadísticos, metodológicos y paritarios, decidió que cinco personas (Delgado, Díaz Caballero, Menéndez, Muñoz Ledo y Polevnsky) pasaran a la Encuesta abierta que se aplicó del 2 al 8 de octubre.
Para el cargo de secretario general los candidatos finalistas fueron Karla Díaz, Silvia García Arceo, Carmen Gómez Ortega, Paola Gutiérrez, Martha Hernández Hernández, Citlalli Hernández, Blanca Jiménez, Claudia Macías Leal, Carmen Valdés Salinas, Francisco Aurioles, Carlos Montes de Oca, Óscar Manuel Montes de Oca Rodríguez y Emilio Ulloa.
“Traslapados”
El cuestionario para la Encuesta abierta constó de 18 preguntas, siendo la fundamental: “¿Cuál de los siguientes candidatos y candidatas elige usted para que sea el presidente o la presidenta de Morena a nivel nacional?” Es importante destacar que en el caso de la encuesta final los encuestadores leían los nombres de los candidatos de forma “rotatoria”, es decir, ponían uno primero y en la siguiente entrevista mencionaban a otro candidato en primer lugar y así sucesivamente.
Asimismo para garantizar la paridad de género que mandató el TEPJF si el encuestado eligió para la presidencia a un candidato hombre, cuando se le preguntó por la secretaría general solo se le dieron opciones de mujeres, y viceversa.
El 9 de octubre, fecha prevista en los lineamientos, la Comisión de Prerrogativas del INE recibió el informe de resultados de las encuestadoras: “En total se llevaron a cabo cuatro mil 783 entrevistas efectivas realizadas entre quienes dijeron ser simpatizantes o militantes de Morena. Dado el tamaño de la muestra y con un nivel de confianza de 95%, el margen de error máximo estimado fue de 1.94 por ciento”.
Y el dato relevante: “En la presidencia los candidatos Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo están en empate técnico”, es decir, “ambos tienen la misma probabilidad de encabezar las preferencias”; mientras que “la secretaría general será ocupada por una mujer, donde hay una clara ganadora: Citlalli Hernández”.
Sobre el empate el maestro Carlos Rodríguez expresó: “Realmente los intervalos de confianza en Muñoz Ledo y Delgado están completamente empatados. No es posible estadísticamente decir que uno le ganó en preferencias a otro. Estadísticamente no se puede decir que hay ganador”.
En los citados lineamientos se estableció: “Si de la agregación de resultados se presentara el caso de que los intervalos de los resultados de preferencias de la candidata o candidato que aparezca en primer lugar se ‘traslapan’ con alguna candidata o candidato, y no haya forma de afirmar que alguna candidatura tiene una ventaja significativa sobre la otra, deberá realizarse una nueva encuesta”.
Su ejecución “estará a cargo de tres empresas encuestadoras seleccionadas previamente por vía de insaculación, quienes serán responsables de su levantamiento. El listado de candidatas y candidatos cuyos nombres se pondrán a consideración de la ciudadanía entrevistada para ocupar los cargos se limitará a las candidaturas puntero”.
La consejera Zavala informó en este sentido que el INE “deberá sesionar en breve para cumplir con lo dispuesto en los lineamientos y la convocatoria, puesto que se debe definir el cronograma, así como determinar la ruta para invitar a las empresas encuestadoras que participarán en esta tercera encuesta”.
Añadió que “realizaremos las sesiones que sean necesarias para poner las reglas que se van a seguir, las invitaciones; los expertos propuestos por el instituto serán los mismos, porque tenemos esa instrucción, y serán los expertos quienes definan la siguiente metodología de encuestas”.
Será hasta que los consejeros sesionen cuando se conozca todo lo relativo a la tercera encuesta, así como también qué sucedería en caso de un nuevo empate.
¿Qué sigue?
El papel del TEPJF en el proceso de la renovación de la dirigencia de Morena será analizar el cumplimiento de la sentencia que emitió respecto de la forma en que se tendría que realizar ese proceso de renovación, de acuerdo con expertos en la materia.
Agregan que la Sala Superior no tendría que validar el resultado de las encuestas (de reconocimiento y por la presidencia y secretaría general) y los resultados que se obtuvieron, aunque precisan que eso cambiaría en caso de que haya una controversia.
Respecto de si debe cambiarse la pregunta que se hizo para la elección de dirigente o puede ser otra, consideraron que ello forma parte de la libertad de la que ha gozado el INE para este tema, aunque precisan que lo mejor sería modificar la pregunta, máxime que se entiende que la tercera encuesta estará centrada solo en Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo.
En opinión del exconsejero electoral Marco Antonio Baños la nueva encuesta requerirá no más de 14 días si se toma en cuenta que en la que resultaron empatados Muñoz Ledo y Delgado se realizó del 2 al 8 de octubre, es decir, en siete días.
Agrega que otra condición favorable para realizar este ejercicio demoscópico es que solo estarán los dos candidatos punteros.
Baños comenta que tal vez el INE pueda convocar a otras empresas encuestadoras para el tercer proceso, las cuales tendrían que cumplir con el perfil previsto en los lineamientos emitidos por el INE.
En su opinión Morena podría impugnar los resultados en los que resultaron empatados Muñoz Ledo y Delgado Carrillo, pero estima que “no hay materia” para presentar un recurso contra el INE y en todo caso sería con las empresas encuestadoras.
Añade que la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos informará al TEPJF el resultado del proceso y pedirá una ampliación del término de la nueva encuesta, por lo que en esta etapa la Sala Superior solo determinará el tiempo para la realización de la nueva consulta ya que no tiene que validar la materia de la encuesta.
Por su lado el también exconsejero electoral Benito Nacif coincide en que la tercera encuesta se pueda realizar de manera muy rápida, porque con el uso de tabletas para la captura de la información se pueden procesar en poco tiempo los resultados.
Desde su perspectiva podrían participar las tres casas encuestadoras que han intervenido en el proceso, aunque esa decisión tendrá que analizarla el Consejo General del INE.
Por lo que hace a la pregunta, una vez que ya se eligió a la secretaria general (Citlalli Hernández), Nacif estima que es necesario adecuarla, no cambiarla, para ser más directa.
El también académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) hace ver que para designar a la nueva dirigencia de Morena se realiza una encuesta y no una elección: “una elección se decide por un voto mientras que una encuesta mide datos estadísticos”, donde lo importante a considerar son los intervalos de confianza. “En el caso de la encuesta de Morena estos intervalos están muy cerrados, por lo que no se puede determinar un ganador”.
También destaca que la encuesta tuvo muchos “candados” y la muestra determinada por el INE se hizo en secciones, manzanas y domicilios tomados de la cartografía del instituto electoral, además de que la base de datos de cada casa encuestadora se entregaron por separado a los científicos de la UNAM, los cuales asimismo se encuentra en la página del propio INE, donde cualquiera puede revisarla.
La consejera Claudia Zavala informó en este sentido que no se tiene una fecha prevista ni el modelo diseñado para otra encuesta. Recordó que en los lineamientos se previó el supuesto de que hubiera un empate en la Encuesta abierta y la necesidad de realizar una tercera consulta para poder definir al ganador. “Ese tema lo vamos a platicar los consejeros y tomaremos las definiciones. Vamos a ver cómo y en qué tiempos lo realizaremos”, agregó.
Cronograma
Fecha para registro de empresas encuestadoras: 1 y 2 de septiembre.
Fecha límite de registro de aspirantes a candidaturas: 8 de septiembre.
Levantamiento y procesamiento de Encuesta de reconocimiento: 22 al 28 de septiembre.
Presentación de informe de resultados de la Encuesta de reconocimiento: 30 de septiembre a 1 de octubre.
Levantamiento y procesamiento de Encuesta abierta: 2 a 8 de octubre.
Presentación de informe de resultados a la Comisión y difusión: 10 de octubre.
Porfirio Muñoz Ledo
A sus 87 años el actual diputado federal de Morena cuenta con una extensa carrera política. Ha sido secretario de Estado, senador, diputado, diplomático, así como dirigente del PRI y del PRD. Junto con Cuauhtémoc Cárdenas y otros destacados priistas fundó en 1988 el Partido de la Revolución Democrática, del que fue presidente nacional. Fungió como senador por el entonces Distrito Federal en las elecciones federales de 1988 y fue líder de la bancada del PRD en la cámara alta. En 1997 fue electo diputado federal plurinominal y presidente de la Cámara de Diputados, cargo que volvió a ocupar en 2018. Otra de sus facetas es como profesor: dio cátedra en Francia, en El Colegio de México, en la Normal Superior y en la Facultad de Ciencias Política y Sociales de la UNAM.
Mario Delgado Carrillo
El actual coordinador del grupo parlamentario de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados es licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y maestro en Economía por la Universidad de Essex, Inglaterra. Cuenta con más de 20 años de experiencia en el servicio público. Inició su carrera como analista en la Subsecretaría de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y fue secretario técnico de la Comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados durante la LVII Legislatura. Fue coordinador del programa de gobierno de la campaña para jefe de Gobierno de Marcelo Ebrard y responsable del equipo de transición. Se desempeñó como secretario de Finanzas en el gobierno de Ebrard. En 2012 fue electo como senador.
Citlalli Hernández Mora
La senadora con licencia estudió la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la UNAM. De acuerdo con declaraciones que ha dado proviene de una familia con convicción política de izquierda. Es activista social, además integrante y promovente de movimientos estudiantiles y movilizaciones desde la adolescencia. Formó parte de la movilización contra el desafuero del entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador. En 2013 asumió el cargo de secretaria de Cultura en el Comité Ejecutivo Delegacional de Morena en Iztacalco y dos años después se convirtió en diputada local de la VII Legislatura de la Asamblea Legislativa del entonces Distrito Federal. En 2018 fue electa por principio de mayoría relativa como senadora de la República y actualmente es secretaria de la Comisión de Anticorrupción, Transparencia y Participación Ciudadana de la cámara alta.