La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se comprometió a ofrecer estrategias para frenar la resistencia a los antimicrobianos en las complejas cadenas de suministro alimentario.
El organismo, con sede en Roma, recordó que el aumento de la utilización y el abuso de medicamentos antimicrobianos para el cuidado de la salud humana y animal ha contribuido a un incremento del número de microbios que provocan enfermedades resistentes a los fármacos que tradicionalmente se utilizan para combatirlas, como los antibióticos.
El riesgo para la salud humana que representa la “resistencia a los antimicrobianos”, las “superbacterias” y su relación e impacto en la agricultura se debatirán en la sede de la ONU el próximo 21 de septiembre en Nueva York.
Según el Plan de acción de la FAO sobre resistencia a los antimicrobianos: “Los medicamentos antimicrobianos desempeñan un papel fundamental en el tratamiento de enfermedades de los animales de granja y las plantas”.
La FAO señaló que su utilización es esencial para la seguridad alimentaria, nuestro bienestar, y el bienestar animal, pero que el mal uso de estos fármacos, asociado a la aparición y propagación de microorganismos resistentes a los antimicrobianos, “supone una grave amenaza para todos”.
Con buena parte de la atención centrada en la exposición a patógenos resistentes a los antimicrobianos en hospitales, la presencia de microorganismos resistentes a los antimicrobianos en los sistemas agrícolas representa otro vector: los alimentos que comemos.
Además de los riesgos para la salud pública, la resistencia a los antibióticos afecta también a la inocuidad de los alimentos, la seguridad alimentaria y el bienestar económico de millones de familias de agricultores en todo el mundo.
El plan de la FAO prevé mejorar la concienciación de agricultores y productores, profesionales y autoridades veterinarias, responsables de las políticas y consumidores de alimentos sobre la cuestión de la AMR.
El organismo de la ONU resaltó que como consecuencia del crecimiento económico y demográfico de los últimos 50 años, los métodos de producción alimentaria se han intensificado, dando lugar a una mayor utilización de antimicrobianos en la agricultura.
Estos medicamentos se utilizan para tratar a animales enfermos, o para prevenir la propagación de enfermedades en un rebaño o una explotación agrícola. Además de utilizarse en la ganadería, actualmente se emplean también en la acuicultura.
Se estima que el consumo global de antimicrobianos en el sector ganadero asciende a más de 60 mil toneladas al año.