Afecta la depresión la calidad de vida del adulto mayor

El propio hecho del envejecimiento y la coexistencia de otras enfermedades crónicas dificultan el diagnóstico

Lorena Ríos
Todo menos politica
Depresión en adulto mayor
Foto: Katarzyna Biaásiewicz

Si usted forma parte de los 12.4 millones de adultos mayores en México y responde afirmativamente a estas dos preguntas: ¿ha sentido poco interés o disgusto al hacer las cosas? y ¿se ha sentido triste o sin esperanza?, es probable que esté en un cuadro depresivo y necesite ayuda profesional, ya que esta condición no se supera con “echarle ganas” sino que requiere de tratamiento farmacológico y terapia sicológica.

Especialistas en salud mental advierten que enfermedades crónicas como diabetes mellitus, hipertensión arterial, trastornos tiroideos, males cardiovasculares y accidentes cerebro vasculares pueden generar depresión en una de cada seis personas mayores de 60 años, al generar una alteración de las sustancias químicas que se encuentran en el cerebro.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que existen 350 millones de personas con depresión y cuya atención requiere de una inversión superior a los 246 mil millones de dólares al año, por lo que en 2017 el organismo internacional arranca una campaña que se denomina Depresión: hablemos, para la difusión, atención, diagnóstico y tratamiento oportuno de esta condición, que genera estigma y rechazo en los afectados.

En México, la depresión se presenta en 3.3% de la población en alguna etapa de su vida, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica.

En 2015 se detectaron 96 mil 521 nuevos casos de depresión, reporta a su vez el Anuario de Morbilidad de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud.

En ese mismo año la Encuesta Nacional de Hogares del INEGI reveló que 28 millones 447 mil 420 mexicanos mayores de doce años, es decir, 29.9% de la población, respondieron que han manifestado en algún momento sentimientos de tristeza o depresión.

Adultos mayores

La población de 60 años y más conforma 12.4% de la población en México, de acuerdo con datos del INEGI; de ella, 26% tiene alguna discapacidad y 36% cuenta con alguna limitación.

“Cuando se presenta un cuadro depresivo los familiares y algunos médicos asocian la sintomatología que caracteriza a la depresión como algo inherente a los adultos mayores, pero esto no es así”, precisa Enrique Chávez-León, presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM) y secretario de la Asociación Psiquiátrica de América Latina (APAL), por lo que exhorta a prestar atención a las primeras señales de alerta.

Chávez-León recomienda estar atentos ante sentimientos de tristeza o desánimo en los adultos mayores, observando si dura más de cinco días y está presente la mayor parte del tiempo. También si existe una pérdida de interés en la vida o ya no disfruta de las cosas que le generaban placer o satisfacción.

Pueden presentar además pérdida de apetito, insomnio, incapacidad para conciliar el sueño, ansiedad, deseo de aislarse de la gente, irritabilidad la mayor parte del tiempo y mal humor. Asimismo, sentimientos de inutilidad, de pensarse una carga para los demás, reaccionar de manera desproporcionada, asumir culpas y tener la idea de que su malestar es un castigo divino, agrega el especialista en salud mental.

Enfermedades crónicas

En este sentido, Mario Alberto Olivares Herver, coordinador del capítulo Ciudad de México de la APM, señala que“si bien la depresión en el adulto mayor tiene la misma sintomatología que en otros grupos de edad, el propio hecho del envejecimiento y la coexistencia de otras enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión, enfermedad del corazón) dificultan el diagnóstico, porque el hecho de que haya una disminución en la capacidad física o en la capacidad cognitiva, como la memoria, estado de alerta y concentración, no son fenómenos ajenos al envejecimiento, pero tampoco son fenómenos ajenos al cuadro clínico de la depresión”.

En los adultos mayores se complica el diagnóstico, puntualiza, debido a que al disminuir la actividad laboral bajan el ánimo y la necesidad de hacer cosas, actitudes que se consideran normales: “Además los adultos mayores no tienden a expresar sus síntomas depresivos: muchos de ellos explican su sintomatología a partir de su edad, lo cual disminuye la posibilidad de un tratamiento adecuado”.

Olivares Herver advierte que muchas de las personas con depresión grave se sienten en algún momento como si todo acabara. “Estos sentimientos deben tenerse en cuenta porque son indicativos de que se necesita ayuda. En ocasiones se hacen tan intensos, que la persona deprimida puede decidir querer morir y hacer los preparativos para llevar a cabo su suicidio. Este es un signo de que se precisa de ayuda urgentemente”, resalta.

“Si nuestro paciente tiene además diabetes, hipertensión, artritis reumatoide o alguna enfermedad cardiaca, en la mayoría de los casos el acento de la atención estará puesta en estas enfermedades y será difícil que pongamos atención en el tratamiento del trastorno afectivo”, expone el especialista en siquiatría del Hospital Ángeles del Pedregal.

Atención tardía

Martha Ontiveros Uribe, secretaria tesorera del Consejo Mexicano de Psiquiatría, precisa que según datos de la Encuesta Mundial de Salud Mental el riesgo de tener depresión cuando se padece diabetes es 2.2 veces más frecuente que cuando no existe esta enfermedad, y se tiene 2.8 veces más probabilidad cuando se trata de obesidad.

Otro problema es que las personas que sufren depresión suelen buscar tratamiento en forma muy tardía, especialmente en México, donde los afectados tardan hasta 14 años en promedio en obtener un tratamiento especializado.

“La depresión debe ser tratada con medicamentos antidepresivos y sicoterapia, la cual puede ser cognitivo-conductual o bien sicoterapia interpersonal, y tienen resultados positivos siempre y cuando sean supervisados por un especialista médico”, concluye.