“Los accidentes relacionados con cohetes y pólvora (cuando se emplea en la producción de fuegos artificiales) ocupan 17% de la incidencia de quemaduras por fuego directo y 11% de las quemaduras en general. Lamentablemente, los niños son los más afectados, en edades entre los diez y 14 años, puesto que 60% de los casos se produce durante esta etapa”, refirió Janina Llergo Valdez, integrante de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD).
“Ante una quemadura por fuego directo se debe alejar a la persona afectada del objeto que causó la quemadura, quitar la ropa si está pegada a la piel o si la quemadura es muy amplia y lavar la zona quemada con agua a temperatura ambiente —debemos evitar el agua fría— pues así eliminaremos sustancias nocivas y podremos disminuir dolor e inflamación”, recomendó la especialista.
“Para las quemaduras de primer grado —donde solo se observa enrojecimiento y ardor— es necesario aplicar crema humectante de forma inmediata, después del lavado con agua y acudir de inmediato con un dermatólogo, además de evitar la automedicación, indicó la dermatóloga.
“Las quemaduras de segundo y tercer grado deben ser valoradas de forma inmediata en un servicio de urgencias porque requieren un manejo multidisciplinario dependiendo de la extensión; además, si la quemadura es extensa se sugiere cubrir la zona con lienzos limpios y húmedos durante el traslado al hospital”, recomendó Llergo Valdez.
La recomendación ante cualquier accidente, por leve que aparente ser, será buscar la asesoría de su dermatólogo, quien definirá el tratamiento más adecuado para cada caso. Además en el sitio de internet de la FMD se encuentra disponible un directorio de especialistas cercanos a su zona de residencia para ofrecerle consulta e información a detalle.