Aproximadamente 30% de las mujeres embarazadas sufren molestias en las piernas, pero no acuden a consulta porque piensan que se trata de malestares comunes. “Es hasta que el problema se agrava, es decir, cuando aparecen moretones o las venas son visibles en la superficie de la piel cuando buscan ayuda profesional”, refirió Gabriel Hernández de Rubín, especialista en angiología y cirugía vascular del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE.
Los malestares (cansancio, pies hinchados y sensación de pesadez en las piernas, así como sensación de hormigueo e incluso dolor al final del día) que sufren las mujeres en el embarazo indican un mayor riesgo de padecer insuficiencia venosa crónica debido a las variaciones hormonales y a los cambios físicos, explicó el especialista.
“Por lo anterior las paredes venosas se debilitan y pierden elasticidad, provocando así que el volumen de sangre en su interior aumente hasta 50% y, en consecuencia, se distiendan las venas”, detalló.
Hernández de Rubín comentó que en el último trimestre del embarazo tres de cada diez mujeres presentan venas varicosas debido al incremento de tamaño del útero (y en consecuencia compresión de los órganos abdominales y pélvicos), aumento del peso y también porque la mayoría de las mamás disminuye la actividad física.
Para evitar complicaciones en la circulación venosa de las piernas se pueden usar medias de compresión, siempre y cuando se haga bajo las indicaciones y supervisión de un especialista, recomendó el experto. “Invertir en medias de compresión especiales para maternidad, además de evitar dolor e hinchazón, previene el desarrollo de várices que en el futuro podrían requerir cirugía”, comentó el cirujano vascular.
Otras recomendaciones son: evitar pasar mucho tiempo sentada o de pie, practicar algún ejercicio físico, así como atender y prevenir los problemas de circulación, no solo como una cuestión estética, sino para mejorar la calidad de vida durante el embarazo y disminuir el riesgo de complicaciones venosas graves antes y después del nacimiento del bebé.
“Realizar caminatas diarias, nadar —siempre y cuando el médico tratante los permita—, mover las piernas, mejorar los hábitos alimentarios y usar medias de compresión exclusivas para el embarazo promoverá la adecuada circulación y mejorará el retorno sanguíneo, lo que reduce las molestias y evita complicaciones”, concluyó.