Con imágenes por resonancia magnética (IRM), el investigador Fernando Barrios Álvarez y su equipo del Departamento de Neurobiología Conductual Cognitiva de la UNAM estudian las redes de conectividad funcional cerebral. “En nuestro laboratorio caracterizamos estas redes en sujetos control que no tienen un desorden siquiátrico o neurológico, estoy muy interesado en los procesos de conciencia corporal y el diálogo interno”, comentó el investigador.
Varios grupos a nivel internacional investigan estas redes, algunos de ellos hacen comparaciones entre las redes de sujetos sanos con pacientes que tienen algún padecimiento, por ejemplo, autismo, depresión o esquizofrenia, bajo la premisa de que una persona sana presenta una conectividad funcional distinta a una enferma.
Las redes cerebrales son diversas y han sido descritas por varios grupos de investigación, algunas de ellas son: la red dorsal de la atención, la red ejecutiva, la red de la saliencia, somatomotora, auditiva, visual, la de los ganglios basales y cerebelar. En los últimos años no solo se estudia la segregación funcional de estas redes, sino su integración funcional.
La última investigación que dirigió Barrios, cuyos resultados se encuentran en proceso de publicación para la revista PLOS ONE, en el que participaron investigadores del Instituto McGovern para la Investigación del Cerebro, del Instituto Tecnológico de Massachusetts y sus alumnos del doctorado en ciencias biomédicas de la UNAM, fue con una muestra de 24 adultos, todos voluntarios, a quienes se les hizo un estudio en estado de hipnosis.
“Se les hizo la prueba Stanford, la cual mide si una persona es hipnotizable o no y cuál es su grado. En este punto nos interesaba que fuera una población altamente hipnotizable para determinar si las redes de conectividad funcional cerebral en el estado de control de alerta se distinguen de las redes de conectividad funcional bajo hipnosis estática, es decir, sin hacer ninguna inducción hipnótica”, indicó el especialista adscrito al Instituto de Neurobiología de la UNAM.
Entre los resultados que reportaron destaca que esas redes de conectividad sí se modifican y que pueden ayudarles a describir distintos estados de conciencia en los individuos. Además de que esas redes de conectividad en estado de reposo tienen menos anticorrelaciones en el estado hipnótico, denotando que algunas de esas estructuras se ven disociadas, sobre todo en la red dorsal de la atención y esa es una manera de describir la conducta en el estado de hipnosis.