El síndrome de ojo seco es un padecimiento que ha ido en aumento resultado del estilo de vida actual, como el uso de dispositivos móviles, computadoras y estrés, así como factores ambientales, hormonales, la edad, entre otros.
Si bien el síndrome de ojo seco es un problema poco tratado, es importante considerar que podría interferir con la capacidad de realizar tareas cotidianas y la calidad de vida de quienes lo padecen.
Concepción Santacruz, oftalmóloga de la unidad de investigación del Instituto de Oftalmología Fundación Conde de Valenciana, explicó que los estilos de vida actuales, aunado a factores ambientales, ha aumentado la tendencia a ser diagnosticado con síndrome de ojo seco y remarcó la importancia de visitar periódicamente al especialista, quien hará una evaluación para determinar el tipo de ojo seco que podría presentar.
Agregó que el uso de lágrimas artificiales podría ser considerado como un elemento necesario para gozar de una buena salud visual.
“La enfermedad de ojo seco se define como un desorden en la película lagrimal debido a una deficiencia de lágrima o bien una acelerada evaporación de la misma. Las lágrimas son necesarias para una buena visión. El síndrome de ojo seco es un padecimiento multifactorial que genera síntomas como ardor, comezón, sequedad o incluso lagrimeo”, precisó.
Se estima que 14% de la población actual en México mayor a 18 años de edad podría tener ojo seco, de los cuales 30% ha sido diagnosticado y únicamente 22% es tratado. Por ese motivo recomendó cuidar y proteger los ojos.
La especialista precisó que existen tres categorías de ojo seco: leve, moderado y severo. El tratamiento tópico de elección son los sustitutos de lágrimas o lágrimas artificiales, dependiendo de las causas que provoquen este padecimiento. Existen distintos tipos de lágrimas artificiales, pero de acuerdo a la Academia Americana de Oftalmología es preferible el uso de tratamientos que contengan sustancias parecidas a las lágrimas que naturalmente produce el ojo humano.
En tanto, Fernando Pellegrino, miembro de la Sociedad Argentina de Oftalmología, ahondó sobre la importancia del cuidado de la salud visual a través de un diagnóstico oportuno, que permita identificar las posibles causas que provocan el síndrome de ojo seco y, por ende, el uso de opciones terapéuticas de calidad que lubriquen, protejan y restauren la película lagrimal.