Medicina evolucionista vs. obesidad

Nuestro organismo está hecho para comer poco, porque a lo largo de la evolución hemos pasado mucha hambre  

Lorena Ríos
Todo menos politica
Medicina evolucionista
Foto: Bowie

Las enfermedades que padecen los seres humanos en el mundo moderno, como obesidad, sedentarismo, diabetes, hipertensión arterial, cáncer y afecciones cardiacas, se deben a que las cosas que hacemos van en contra del diseño de nuestro cuerpo.

Por ejemplo, ningún animal en condiciones naturales es capaz de consumir un exceso de calorías sin requerirlas o sin realizar ejercicio físico para ello.

En cambio, las personas se pueden atracar todos los días, mañana, tarde y noche, sin realizar ninguna actividad para quemar esas calorías. Eso va en contra del diseño evolutivo.

José Enrique Campillo Álvarez, catedrático de Fisiología de la Universidad de Extremadura, España, y experto en Medicina Darwiniana o Evolucionista, expuso que nuestro organismo está hecho para comer poco, porque a lo largo de la evolución hemos pasado mucha hambre.

“Por ello está diseñado con unos genes que se llaman ahorradores y que permitían la supervivencia. Pero hoy comemos varias veces todos los días y alimentos muy calóricos, lo que hace que 70% de la población tenga sobrepeso u obesidad. Esos genes son los que determinan la obesidad”, advirtió el especialista.

Dijo que en las sociedades desarrolladas, las llamadas enfermedades de la opulencia, cuyo origen es la obesidad y de la cual se derivan diversos padecimientos metabólicos, afectan a gran parte de la población mayor de 40 años y, en los últimos años, está amenazando a las nuevas generaciones y población infantil.

Campillo Álvarez explicó que la medicina Darwiniana entiende la enfermedad como el resultado de un choque entre el diseño evolutivo paleolítico y el uso que se hace en la actualidad de ese diseño en las sociedades opulentas en las que vivimos.

El autor de diversos libros, entre ellos El mono obeso, analizó el papel que juegan los genes en el desarrollo de las enfermedades y explicó que muchas de estas dolencias proceden de la incompatibilidad entre el diseño evolutivo del organismo humano y el uso inadecuado que se hace de él.

“El conocimiento de nuestra evolución es esencial para comprender los cambios ocurridos en la alimentación de nuestros antepasados y las adaptaciones metabólicas que tuvieron que superar”, agregó.

“Se debe mirar la enfermedad, el hecho y su tratamiento, desde una perspectiva evolucionista. Hay que encontrar el camino para hacer las paces con nuestro diseño y conseguir que los genes de la era prehistórica y nuestras formas de vida actuales estén en armonía para poder gozar de una vida más saludable y, posiblemente, más larga y feliz”.

Por último, destacó que “el cuerpo humano está diseñado para que realicemos ejercicio diariamente para sobrevivir, defendernos y conseguir alimento. Hay trucos como el de correr todos los días, porque si nuestros antepasados corrían para cazar, ¿por qué nosotros no?”.

También debe impulsarse un programa educativo que les facilite a los profesionales de la salud entender que la obesidad y el sedentarismo son la base de las enfermedades opulentas que hoy nos afectan severamente y que debemos regirnos por la ecuación “comer para moverse y moverse para comer”, finalizó.