MÉXICO, CON LA MAYOR TASA DE MORTALIDAD POR DIABETES

Los consumidores eligen productos con un contenido nutricional favorable.

Foto: Especial
Dolgachov
Lorena Ríos
Todo menos politica
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A casi tres años de haberse emitido la declaratoria de emergencia sanitaria por obesidad y diabetes en México no se tienen todavía resultados y los casos de estas enfermedades no infecciosas siguen en aumento: se estima que existen 60.6 millones de personas con sobrepeso u obesidad y 12.5 millones con diabetes mellitus.

La atención médica para estas enfermedades no transmisibles y sus complicaciones le costará al país más de 272 mil millones de pesos de aquí a 2023, además de que son responsables de 50% de las muertes.

De hecho la diabetes se considera la principal causa de muerte en México, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que esta enfermedad cobra casi 80 mil vidas cada año y los pronósticos indican que el problema de salud empeorará en las próximas décadas.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) estima que atacar ambos males, es decir, obesidad y diabetes, consume casi las tres cuartas partes del gasto gubernamental en salud. El crecimiento que estas dos enfermedades registraron en el último medio siglo está ligado a la demanda incesante de los alimentos procesados y la comida rápida, que contienen más azúcar, grasas saturadas y sodio. En contraste, menos fibra, minerales y vitaminas.

Ante ello existe una Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, destinada a establecer hábitos de consumo más saludables e incrementar la actividad física de la población. Sin embargo en la actualidad ocupamos el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en adultos.

Estrés

Gisela Ayala Téllez, directora ejecutiva de la Federación Mexicana de Diabetes (FMD), explica que si los niveles de glucosa en sangre se mantienen elevados de manera frecuente en un periodo mediano pueden generar complicaciones macro y microvasculares.

Una respuesta común en una persona con diabetes tipo 2 es el incremento de niveles de glucosa en sangre, pero también puede presentarse lo contrario, es decir, hipoglucemia, la cual puede ocurrir por pasar largos periodos sin alimento, poco apego al tratamiento o debido a que los pacientes sufren algún problema en los riñones, por lo que de no tratarse a tiempo puede provocar convulsiones, pérdida del conocimiento y muerte prematura.
En cualquiera de los casos la directora ejecutiva de la FMD señala la necesidad de que los pacientes tengan un adecuado control con dieta balanceada, ejercicio y medicamentos que se ajusten a sus necesidades particulares de salud ya que esto les permitirá sobreponerse más rápido a los eventos adversos.
En este sentido dentro del mercado de antidiabéticos orales actualmente existen fármacos de nueva generación que pueden administrarse solos o combinados con metformina. Entre ellos están los inhibidores de la dipeptidil peptidasa (DPP-4) que aumentan la secreción de insulina producida por el páncreas, disminuyendo así los niveles de glucosa en sangre de manera sostenida y eficaz, además de que pueden administrarse sin ajuste de dosis en adultos con diabetes mellitus con algún grado de deterioro de la función renal o hepática.

Carga genética

Pero la diabetes no solo se presenta por sobrepeso u obesidad sino que existe una variante genética asociada a la diabetes mellitus, propia de los nativos americanos, incluidos los mexicanos: “A partir de los análisis se identificó un gen de riesgo para esta enfermedad llamado SFI1. Sabemos muy poco de su función pero contribuye a adquirir diabetes”, puntualiza María Teresa Tusié Luna, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm).

Los mexicanos estamos entre las poblaciones humanas con mayor predisposición a la diabetes. Según la Encuesta nacional de salud y nutrición 2016 esta afección es la segunda causa de mortalidad en el país: 10.3% de las mujeres la padecen y 8.4% de los hombres.

Destaca que “los mestizos-mexicanos tenemos un fondo genético europeo y nativo americano, principalmente; entonces las ventajas obtenidas por los pueblos originarios para sobrevivir con carencia de alimento y condiciones climáticas extremas seleccionó a individuos eficientes en acumular grasa; hoy esta estructura genética nos predispone a diferentes males ya que nuestro estilo de vida actual incluye una dieta altamente calórica y menos ejercicio”.

Etiquetado

Una medida que se espera sea preventiva o ayude a disminuir el problema es el nuevo etiquetado de alimentos y bebidas industrializadas, el cual permitirá a los consumidores identificar de forma simple los ingredientes poco saludables. El nuevo etiquetado proyectará de manera directa, fácil y sencilla los nutrimentos críticos del producto, dice Simón Barquera, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

El investigador expone que se requiere un menor tiempo de interpretación en comparación con el etiquetado actual, lo que será un apoyo para que los consumidores elijan productos con un contenido nutricional favorable.

Según los resultados de un estudio del INSP tanto la población adulta como la infantil de México tuvieron una mayor comprensión de la propuesta de nuevo etiquetado, compuesta por octágonos que identificarán el exceso de calorías, azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio en los alimentos industrializados; un sexto elemento diseñado para la población infantil será la identificación de edulcorantes y cafeína.

Un cambio relevante que se propone en la norma es la sustitución del concepto “Alto en...” por el de “Exceso de...” ya que los infantes mostraron una mayor facilidad para clasificar los productos más y menos saludables con esos nuevos términos, comentó Barquera.

Ana Larrañaga, coordinadora de ContraPeso, señala: “Esta es la primera vez que se da prioridad al interés superior de la infancia y a los derechos de las poblaciones más vulnerables. Este etiquetado permite que México se posicione como un referente en políticas públicas para el combate al sobrepeso, obesidad y diabetes”.

Paulina Magaña, investigadora de Alianza por la Salud Alimentaria, resalta en tanto que este nuevo etiquetado tiene la base del modelo a partir de nutrientes. Este modelo, concluye, sigue las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud(OPS) y tiene un enfoque para prevenir la obesidad.