MIGRAÑA: MÁS QUE UN SIMPLE DOLOR DE CABEZA FUERTE

Más de 90% de los pacientes con migraña refiere molestias visuales.

Lorena Ríos
Todo menos politica
Foto: Especial
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En México se estima que 19 millones de personas viven con migraña, lo equivalente a 16% de la población, y de ellas solo 50% acude al médico especialista para recibir una atención adecuada, ya que el malestar es incapacitante para trabajar, estudiar o realizar las actividades cotidianas.

Se trata de un padecimiento neurológico que a nivel mundial afecta a 15% de la población según la OMS; y de ese segmento 80% son mujeres.

La migraña se manifiesta con un dolor de cabeza de características muy específicas, de intensidad moderada a severa, que generalmente se presenta de un lado de la cabeza y pulsátil, cuya duración puede darse por algunas horas o mantenerse hasta por tres días.

El dolor de cabeza va acompañado de un incremento de sensibilidad a la luz, al ruido, los olores y en ocasiones con presencia de náuseas y vómitos; se incrementa con el movimiento o actividad física y mental; siempre representa para el paciente una afectación importante en las actividades y desempeño cotidiano mientras está presente, explica María Karina Vélez Jiménez, presidente de la Asociación Mexicana de Cefaleas y Migraña (Amcemig).

La migraña es un tipo de cefalea primaria, es decir, el cerebro es la causa y no es secundaria a otras enfermedades: es un padecimiento neurológico por sí mismo.

Al menos 30% de los pacientes presenta síntomas premonitorios que generalmente comienzan antes del dolor de cabeza, los cuales son graduales y pueden durar entre cinco y 60 minutos: recibe el nombre de aura.

Auras

Más de 90% de los pacientes con migraña refiere que presentan molestias visuales, como destellos de luz o una visión ondulante o en zigzag. Otros ejemplos de auras de una migraña incluyen la visualización de formas variadas, puntos brillantes o destellos de luz; o bien puede haber pérdida de la visión; sensación de hormigueo o piquetes en un brazo o una pierna; debilidad o entumecimiento en el rostro o en un lado del cuerpo; dificultad para hablar u oír ruidos o música.

“La migraña no es un simple dolor de cabeza fuerte sino una enfermedad compleja de naturaleza neurológica y de la cual existen muchas teorías para explicarla. Tiene que ver con factores vasculares, sistema nervioso trigeminal (córnea, nasal y encías), genéticos, con las variaciones hormonales del ciclo ovárico y recientemente con cambios metabólicos en la corteza cerebral, que además explican la sintomatología del aura para aquellos pacientes que la presentan”, añade la especialista.

Las migrañas más frecuentes son con o sin aura, pero la anterior descripción claramente expresa el contexto neurológico en el que se desarrolla este padecimiento, expone Vélez Jiménez.

Además, subraya que puede presentarse en forma esporádica, pero la Clasificación Internacional de Cefaleas —en su tercera edición— establece una clasificación clínicamente muy útil y llama migraña episódica a los casos que presentan entre cuatro y 14 días al mes dolor de migraña; y migraña crónica a los que presentan más de 15 días por mes el dolor.

Yamel Rito, especialista en Neurología del Hospital Sedna, dice a su vez que “la migraña es un problema de salud que impacta de manera emocional, social y económicamente a las personas que la padecen, ya que el problema suele presentarse y agravarse en sus años más productivos, afectando considerablemente su desempeño laboral, su aprovechamiento académico, su vida social y, por lo tanto, su calidad de vida”.

Resalta que “los dolores de cabeza de intensidad leve no son considerados como una enfermedad grave y las personas se acostumbran a vivir con el dolor por el desconocimiento de que existen especialistas que pueden ayudarlas con un tratamiento que mejore considerablemente su calidad de vida. Se puede calcular que solo la mitad de las personas que padecen migraña consulta a un especialista”.

Aún no existe un tratamiento, puntualiza, “que cure la migraña, pero es una enfermedad manejable, siempre y cuando se acuda con un especialista en neurología para individualizar el caso y pueda dar el tratamiento adecuado. Además se deberán evitar factores que puedan desencadenar los episodios de crisis, como estrés, exceso de alcohol, de cafeína y trastornos de sueño”.

Niños

La neuróloga Minerva López Ruiz, miembro de la Academia Mexicana de Neurología, menciona que la migraña es un padecimiento hereditario ya que 80% de los pacientes tiene algún familiar con esta enfermedad. También se debe a actividad cerebral anormal, estrés, alimentos como quesos fuertes, vino tinto, conservadores, mostaza y cebolla cruda entre otros, así como factores ambientales.

La probabilidad de que se presenten episodios en personas que padecen esta enfermedad aumenta si están en ayuno prolongado, se exponen demasiado al sol o no duermen adecuadamente.

Este padecimiento también se presenta en la población infantil: se estima que 5% de los niños de menos de doce años y 20% de los adolescentes lo padecen.

La especialista recomendó mantener buenos hábitos alimenticios y de sueño para que en los episodios de este mal, durante el proceso de migraña, el paciente descanse en una habitación silenciosa y oscura.

Diagnóstico y tratamiento

“Es importante que el paciente lleve un calendario a su consulta con las anotaciones de la frecuencia de sus crisis, las características de estas y el número de analgésicos que toma; esto ayudará a decidir el tratamiento que se le prescribirá a cada uno”, señala Karina Vélez, quien añade que el diagnóstico se realiza con base en descripción de los síntomas, exploración general y neurológica del paciente.

Las terapias deben ser personalizadas: existen diversos tipos de tratamiento cuando ya está presente el dolor y hay terapias que tienen por objeto disminuir la frecuencia de los episodios de migraña, su intensidad y duración, que se llaman preventivas o profilácticas.

“Existen múltiples abordajes de tratamientos alternativos para la migraña (acupuntura, relajación, yoga, meditación, etcétera); algunos de ellos cuentan con evidencia científica de eficacia y muchos no; consultar al médico es la mejor opción para tener la orientación adecuada sobre las alternativas que realmente tendrán un efecto benéfico en su migraña”, concluye.