Desde 2014 la Asociación Mexicana de Lucha Contra el Cáncer (AMLCC), representantes de la comunidad médica, académicos y autoridades trabajaron en el anteproyecto de la Norma Oficial Mexicana (NOM) para la atención del cáncer de próstata, ya que su prevención, diagnóstico y tratamiento se basa en protocolos internacionales.
Sin embargo, hasta la fecha no ha sido liberada ni publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Mayra Galindo Leal, directora general de la AMLCC, expuso que ha sido un proceso de revisión que ha durado ya dos años y ha impedido que se cuente con una NOM que permita la atención de las personas que han sido diagnosticadas con este tipo de neoplasia.
“El cáncer de próstata es la causa número uno de muerte en hombres por cáncer. De ahí la importancia de poder contar con una guía y referencia para su atención y seguimiento, desde los niveles más básico de atención hasta las etapas avanzadas”, señaló Galindo Leal.
Pese a lo delicado del tema no se publicado aún la Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-048-SSA2-2015 para la detección, diagnóstico, tratamiento y vigilancia epidemiológica del crecimiento prostático benigno y cáncer de la próstata, pese a que la Secretaría de Salud ya la tiene acabada.
“Como asociación civil seguiremos insistiendo ante el Congreso de la Unión para demandar la publicación de la Norma Oficial Mexicana, a fin de priorizar la prevención y tratamiento de ese cáncer”, agregó.
Por su parte, Gustavo Sánchez Turati, especialista en cáncer de próstata y laparoscopía urológica, explicó que en México el cáncer de próstata es la primera causa de muerte por cáncer en hombres mayores de 50, ocupa el segundo lugar en incidencia en hombres después del cáncer de pulmón.
“Por desgracia, 75% de los pacientes con cáncer de próstata acuden al médico cuando la enfermedad se encuentra muy avanzada y en consecuencia es mucho más difícil tratarlo”, advirtió.
El especialista sostuvo que en su primera etapa el cáncer de próstata no presenta síntomas y es tratable, mientras que en fases avanzadas llega a invadir otros órganos y huesos, por lo que requiere de cirugías agresivas, o bien, terminar como un cáncer intratable y mortal.
“Por ello es importante la detección oportuna, a través de la prueba del antígeno prostático específico, tacto rectal y en caso de sospecha realizar otros estudios especializados, como ultrasonografía o tomografía, entre otros”, expuso.
El urólogo mencionó que la herencia y la raza (negra) son factores genéticos para el cáncer de próstata, así como la edad, tabaquismo, grasas en la dieta y obesidad.
“El cáncer de próstata no se puede evitar, pero sí se puede detectar a tiempo y sus principales síntomas en etapas avanzadas son dolor de huesos, pérdida de peso, sangrado en la orina, sangre en el semen e insuficiencia renal”, detalló.
Dijo que los varones con antecedentes familiares de cáncer de próstata deben comenzar la detección a partir de los 40 años, a los 45 si no se tienen antecedentes familiares y a partir de ahí, en ambos casos, realizarse la prueba cada año hasta los 70 o 75.