¡Ponme esa rolita en la cama!

Dentro de la relación sexual utilizamos todos nuestros sentidos. Obviamente se utiliza el tacto y la vista, pero a veces se nos olvidan los demás.

Dentro de la relación sexual utilizamos todos nuestros sentidos. Obviamente se utiliza el tacto y la vista, pero a veces se nos olvidan los demás
Foto: Internet
Lucía de los Santos
Todo menos politica
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Desde hace mucho años, he pensado que la vida sería mucho más divertida si tuviera música de fondo para cada evento, tal cual en las películas. No me refiero a que volvamos nuestro día a día un musical sino que se viva lo mismo pero siempre con una canción perfecta de fondo. Estaría “chido”, ¿no?

Cada vez nos acercamos más a esto haciendo playlists para cada ocasión como: la playlist para salir a correr, la del trabajo, la del coche, etcétera. La música siempre ha sido de gran importancia por un millón de razones pero ante todo por ser un estímulo sensorial… Y qué es la relación sexual sino todos los estímulos sensoriales exaltados y explotados.

Dentro de la relación sexual utilizamos todos nuestros sentidos. Obviamente se utiliza el tacto y la vista, pero a veces se nos olvidan los demás. Difícilmente alguien podría tener relaciones sexuales y genuinamente disfrutarlo al lado del basurero municipal, cuando los besos de la otra persona saben a ajo o escuchando a algunos de sus padres hablando de la cena familiar. Entonces, todos los sentidos: el tacto, la vista, el olfato, el gusto y el oído se vuelven críticos.

Pero hablemos del oído.

Así como muchas personas disfrutan de escuchar gemir a su pareja y parece como música para sus oídos provocando más estimulación, la música también puede ser un estimulante sexual. Pero, ¿cuál sería el playlist indicado?

Para contestar esta pregunta solo pueden hacerlo en pareja. Hay personas quienes disfrutarían de del sexo al ritmo de “I know you want me” de Pitbull. Otros se pueden poner en ambiente romanticón escuchando la voz de Luis Miguel. Y para otros cuantos más no hay nada mejor que moverse en la cama “slow” con Kylie Minogue.

Sea cual sea su elección o preferencia, hay dos cosas claves para que la música se convierta en estimulante sexual:


  • Que ambos (o los que se involucren) deben de apreciar esa música de la misma manera.
  • Que sea un estimulante de fondo y no los distraiga.

En otras palabras, si alguien adora escuchar “te siento” de Wisin y Yandel, pero a su pareja ese ritmito le da ganas de ponerse a bailar, no es una buena rola. Igual si a alguien le prende “smack that” de Akon pero la otra persona se siente ofendida, tampoco son apropiadas. Sin duda, habrá parejas que disfruten del reaggeaton en la cama sin problemas, así como habrá quienes Metallica les pone todo el ambiente. El punto es que se decidan en pareja por la selección apropiada.

Aquí les dejo mis recomendaciones de algunas playlists:

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