La fiebre Chikungunya es una enfermedad causada por un virus y transmitida al ser humano por mosquitos infectados. La población más vulnerable son los neonatos, adultos mayores y mujeres embarazadas. Genera síntomas como fiebre, fuertes dolores articulares y musculares que inmovilizan al paciente, dolor de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas.
Los signos clínicos son iguales a los del dengue, con el que se llega a confundir. Como no tiene tratamiento curativo, la atención se centra en el alivio de los síntomas.
En el corto lapso de finales de septiembre al 2 de noviembre de este año se han registrado nueve mil 375 casos de Chikungunya en México, según reportes del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, lo que significa que las infecciones se incrementaron en 48.4% en relación a los seis mil 314 reportados antes de que concluyera septiembre.
Ante este panorama, Mercedes Juan López, titular de la Secretaría de Salud federal, afirma que solo con el trabajo coordinado y permanente entre la Federación y los gobiernos de las entidades federativas se podrán operar las políticas nacionales en salud, en especial en enfermedades globales como dengue y Chikungunya.
Destaca que se debe intensificar la vigilancia epidemiológica y mantener una coordinación entre los tres órdenes de gobierno, para continuar con el saneamiento ambiental desde el nivel municipal.
Y es que no se trata solo de proteger a la población mexicana de los virus del Chikungunya y dengue, sino que recién aparece en el escenario otro virus conocido como Zika, el cual también produce síntomas muy similares a los anteriores virus.
En este sentido, Mercedes Juan convoca a los sanitaristas públicos a no bajar la guardia en materia de prevención y control de vectores, al referirse al reciente caso de Zika importado de Colombia y reportado en el estado de Querétaro.
El número de personas afectadas por la fiebre Chikungunya en el territorio nacional se concentra en los estados de Guerrero, con mil 620 casos; Michoacán, con mil 548; y Veracruz, con mil 203 personas afectadas por el virus, de acuerdo con información de la Secretaría de Salud.
Además, en otros 25 estados se han reportado casos en menor número, mientras que el Distrito Federal, Querétaro, Puebla, Baja California Norte, Aguascalientes, Tlaxcala y Zacatecas son entidades en las que hasta el momento no hay reportes de la fiebre que arribó al país a finales de 2014.
A nivel mundial, hasta abril de 2015 y de acuerdo con informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han registrado un millón 379 mil 788 casos de Chikungunya en las islas del Caribe, los países de América Latina y Estados Unidos; en el mismo periodo se han atribuido 191 muertes a esta enfermedad.
Medidas de prevención
Entre las medidas para prevenir la propagación del mosquito transmisor del Chikunguya, la Secretaría de Salud recomienda reducir el número de depósitos de agua que puedan servir como criadero de estos insectos, como llantas a la intemperie, cubetas u otros recipientes; utilizar repelentes químicos en la piel para evitar las picaduras de estos insectos, así como vestir con ropas de algodón que cubran brazos y piernas, además de usar mosquiteros en ventanas y puertas de los domicilios.
La dependencia informa que en caso de presentar fiebre mayor a 39º C, dolor articular, nauseas, dolor de cabeza, cansancio y erupciones cutáneas se debe acudir a la unidad de salud más cercana para realizar una prueba confirmatoria del virus de Chikungunya, ya que en algunas ocasiones puede confundirse con el dengue.
No existe ningún antivírico específico para tratar la fiebre Chikungunya. El tratamiento consiste principalmente en aliviar los síntomas, entre ellos el dolor articular, con antipiréticos, analgésicos óptimos y líquidos. No existe hasta el momento ninguna vacuna contra esta enfermedad.
Complicaciones
En algunos pacientes se han observado otros síntomas asociados a problemas cardiacos, oculares, gastrointestinales o neurológicos. La fiebre de Chikungunya solo es mortal en 0.4% de los afectados. En estos casos el paciente no consigue superar la infección porque tienen un sistema inmunológico débil. Las personas más vulnerables son aquellas con enfermedades como insuficiencia cardiaca, diabetes mellitus, hipertensión arterial o cáncer, entre otras patologías que debilitan al sistema inmunológico.
Aunque la mortalidad por el contagio de este virus es baja, un número importante de pacientes desarrolla una fase crónica de poliartritis (inflamación de una o varias articulaciones) que persiste durante varios meses, incluso años después de la infección, advierte Aremi Estrada Zaldívar, encargada del control epidemiológico de la subdelegación médica del Instituto de Seguridad Social de Servicios para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Yucatán.
Los pacientes pueden presentar una poliartritis distal, que es cuando el dolor sigue afectando a las articulaciones donde se tenían lesiones previas, como tobillos, rodillas, codos, manos y pies. La fase crónica se presenta después de los tres meses posteriores a la infección y puede persistir con artralgia, fatiga y depresión.
Ante el dolor articular persistente, el tratamiento puede incluir terapia antiinflamatoria prolongada.
Por último, advierte que la presentación clínica de la fiebre de Chikungunya varía con la edad, por lo que las complicaciones y las formas graves se presentan en mujeres embarazadas y niños menores de un año, así como adultos mayores de 65 años que tienen males crónicos como diabetes, hipertensión y diversas cardiopatías.