Se le conoce como embarazo ectópico y se refiere a la implantación de un óvulo fecundado en un sitio diferente al endometrio de la cavidad uterina normal. Es un factor de riesgo para la muerte materna y fetal en México, advirtió Cynthia Elizabeth Pérez Ramírez, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital General de Zona 1 del IMSS.
Entre los factores de riesgo se encuentran la enfermedad inflamatoria pélvica causada por enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la gonorrea o clamidia y que afecta a todo el aparato reproductor femenino.
El embarazo tubárico es el más representativo de la implantación ectópica, representa 95% de los casos. Una vez implantado el huevo en la trompa se presenta una proliferación vascular, que puede evolucionar a un aborto tubárico. La expulsión puede ir acompañada de hemorragia moderada.
En algunos casos el embarazo se resuelve por reabsorción espontánea, sin llegar a manifestar síntomas o sangrado. Sin embargo, por lo regular llega a progresar hasta el segundo o tercer mes de gestación. También puede llegar a implantarse en los ovarios o en el cuello uterino, resaltó la especialista.
Los síntomas que manifiestan las pacientes son: retraso en su periodo menstrual, dolor agudo en la parte baja del abdomen, en algunos casos tan intensos que les genera mareo y desmayo. El dolor puede ser tan fuerte que irradia a la región sacra y en ocasiones al hombro, calambres, aunado a taquicardia y presión baja, mencionó.
Con el desarrollo de nuevas técnicas para la determinación de beta HCG por medio de una prueba sanguínea y la ecografía transvaginal de alta resolución, se ha logrado el diagnóstico temprano y preciso del embarazo ectópico, incluso antes de presentar sintomatología clínica, concluyó.