La pediculosis o infestación por piojos —parásitos sin alas y hematófagos— afecta con mayor frecuencia a la población en la edad infantil. Las temporadas de primavera y verano son las épocas del año en que se manifiestan con mayor intensidad.
De hecho, en México existe una epidemia que aún no se ha logrado controlar desde 2015, en escuelas privadas y públicas, sin distinción de clases sociales ni sexo y debido al incremento del calor y humedad en el país, advirtió Gladys León Dorantes, vicepresidenta de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD).
La infestación por piojos afecta a los niños entre los tres y los doce años. Los principales síntomas son comezón y picor en la cabeza, en la nuca y detrás de las orejas, aunada a la presencia de liendres (huevecillos). De ahí la importancia de revisar a los pequeños y atender a las indicaciones del dermatólogo para decidir el tratamiento que ayudará para la erradicación de los piojos, refirió la especialista.
Expuso que en el país se presentan de seis a doce millones de casos de pediculosis. A nivel mundial es más frecuente en niños que en adultos y se da más en mujeres que en hombres.
Los piojos se transmiten de persona a persona al juntar las cabezas y, a veces, indirectamente al compartir el peine, la cama, ropa u otros accesorios personales.
“No brincan ni saltan de una cabellera a otra; caminan. De hecho, después de 12-24 horas pueden vivir sin alimento, pero al pasar más tiempo fuera de un huésped morirán de hambre”, detalló León Dorantes.
El tratamiento de pediculosis es familiar, es decir, deben recibir el fármaco específico todos los que conviven con el menor infestado. Aunado a ello se deben extremar las normas de higiene y desinfectar peines, cepillos, toallas, los cuales se deben lavar con agua caliente y jabón. Las terapias se pueden obtener sin receta médica en la farmacia. Cortar el pelo o incluso raparlo no suele ser necesario, recomendó la dermatóloga, ex jefe del Servicio de Dermatología del Hospital General de México.
El fármaco contiene sustancias que provocan la muerte de los piojos como fenotrina, permetrina o ivermectina, los cuales se encuentran en forma de shampoo, lociones o geles.
Se lava el cabello con alguno de los productos y luego se peina cuando aún está mojado para que el producto tenga mayor efecto.
Al ser muy resistentes los huevos de los piojos o liendres, se recomienda repetir el tratamiento de ocho a diez días después, para eliminar las posibles larvas que hayan quedado.
Finalmente, la especialista destacó la importancia de acudir con el dermatólogo para evitar confusiones y obtener un diagnóstico adecuado, con lo que el médico definirá el mejor tratamiento para cada caso específico y así preservar la salud de los niños afectados.