Con la aplicación del Tamiz Neonatal Ampliado, prueba de laboratorio que sólo requiere de una gota de sangre del talón del recién nacido, es posible diagnosticar en forma oportuna la Fibrosis Quística (FQ), enfermedad hereditaria, congénita, crónica y para la cual existe un tratamiento que mejora la calidad y esperanza de vida de los pacientes.
Sin embargo, únicamente 15% de las personas con este mal se diagnostican y menos de 10% recibe un tratamiento completo.
De ahí que “la expectativa y calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad en el país es de 16 años, por falta de recursos, mientras que en los países desarrollados es de 40”, señaló José Luis Lezana Fernández, coordinador de la Clínica de Fibrosis Quística del Hospital Infantil de México Federico Gómez, de la Secretaría de Salud (SSA).
Por ello es importante realizar el tamizaje a todos los recién nacidos y si la prueba resulta positiva a FQ se debe realizar de nueva cuenta a las dos semanas para confirmar el diagnóstico, detalló el especialista, quien agregó que también se puede realizar la prueba de cloruro en el sudor, como método de detección, con el objetivo de darles tratamiento desde temprana edad.