La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que en la actualidad solo 62 países cuentan con suministros nacionales de sangre a partir de donaciones voluntarias no remuneradas, mientras que por lo menos otras 40 naciones dependen de donantes familiares e incluso de donantes que reciben una remuneración a cambio.
En México, en tanto, se estima que en promedio cada cuatro segundos alguien requiere sangre con urgencia y de 100% de sangre que se necesita en las instituciones de salud casi 65% se obtiene a través de donaciones solicitadas por la institución por tener un familiar o amigo hospitalizado y únicamente 2.7% de la sangre es donada de manera voluntaria.
Ante este preocupante panorama, donde un número importante de países no disponen de un suministro adecuado de tejido fluido seguro y los servicios de sangre se enfrentan al reto de conseguir suministros suficientes del plasma, garantizando al mismo tiempo su calidad y seguridad, la OMS exhorta a todas las naciones a obtener sus suministros de sangre por parte de donantes voluntarios no remunerados, de aquí a 2020.
Y es que la transfusión de sangre y productos sanguíneos contribuye a salvar a millones de personas cada año, ya que permite aumentar la esperanza y la calidad de vida de pacientes con trastornos potencialmente mortales, así como llevar a cabo complejos procedimientos médicos y quirúrgicos.
Donar vida
En este 2013, en que se conmemora el décimo aniversario del Día Mundial del Donante de Sangre (el 14 de junio), el lema de la campaña es que la donación de sangre es Un regalo que salva vidas.
De ahí que la OMS establece que los objetivos de la campaña de este año son agradecer a los donantes su altruismo, el cual permite salvar vidas, así como promover la donación de sangre voluntaria y no remunerada; y convencer a los ministros de Salud para que se comprometan a lograr la autosuficiencia en el suministro de sangre y productos sanguíneos basándose 100% en la donación voluntaria no remunerada.
Lo cierto es que la donación de este vital líquido en el país está lejos de las recomendaciones que establece el organismo sanitario internacional: 97% del tejido es aportado por familiares de los pacientes que se encuentran hospitalizados o que están programados para alguna cirugía, para con ello cumplir con los requisitos de hospitalización.
Víctor Torres, director de normalización del Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea, señala que al año se captan un millón 800 mil unidades y todas se ocupan, por lo que alerta sobre la importancia de modificar la tendencia, a fin de incrementar la donación voluntaria, altruista y de repetición, como recomienda la OMS.
De igual forma, Carlos Martínez Murillo, director del Banco Central de Sangre del Centro Médico Nacional Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), reconoce que la donación de una persona puede salvar la vida de tres pacientes, porque el tejido líquido se divide en tres componentes (plasma, concentrado de eritrocitos y plaquetas), con los cuales es posible coadyuvar en el tratamiento de diferentes enfermedades.
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