Vacunación contra influenza

El éxito de la terapia antiviral es mayor si inicia en las primeras 48 horas, ya que acorta la duración de la sintomatología 

Influenza
Foto: Inés Bazdar
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El virus AH1N1 que causó la pandemia de influenza en 2009 en México llegó para quedarse: cada dos años, en forma cíclica, se presenta un incremento en el número de personas afectadas y en esta ocasión se prevé que superará las dos mil personas infectadas.

Ante ello, especialistas y autoridades sanitarias ya preparan el arsenal para hacer frente a la influenza en la próxima temporada invernal —que arrancará en octubre de 2016 y concluirá en marzo de 2017—, con poco más de 45 millones de vacunas.

La principal preocupación se enfoca en lograr que las personas vulnerables —mayores de 65 años, menores de cinco años, mujeres embarazadas, sujetos con diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia renal crónica, enfermedad cardiaca, inmunosupresión y asma— sean vacunadas contra la influenza.

En la pasada temporada invernal, 88% de las personas que murieron no estaban vacunadas, eran adultos mayores y jóvenes entre 25 y 29 años, así como predominantemente varones, de acuerdo con datos del Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica 2015-2016.

“Es importante eliminar mitos y miedos en relación a la influenza. Algunos evitan la vacuna porque escucharon que alguien se enfermó después de recibirla, lo cual es una reacción normal del sistema inmune, que genera anticuerpos idóneos para proteger contra los virus de influenza. Esta situación solo se da en algunos casos: en la mayoría no hay mayor molestia que el pinchazo en el brazo”, comentó Jhonathan Saúl Castillo Pedroza, neumólogo adscrito al Pabellón de Enfermedades Pulmonares Intersticiales del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

El también integrante de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía Torácica explicó que ante la sospecha de influenza el tratamiento con Oseltamivir, Zanamivir, Rimantadina o Amantadina debe iniciarse de inmediato, sin esperar los resultados del laboratorio.

Y es que el éxito de la terapia antiviral es mayor si inicia en las primeras 48 horas, ya que acorta la duración de la sintomatología y reduce el riesgo de mortalidad, dijo al participar en el seminario Contra la influenza… mayor información.

En la próxima temporada invernal, que inicia en octubre, la población debe identificar entre las infecciones de vías respiratorias causadas por bacterias y la influenza, para una atención oportuna.

“Al menos 95% de las infecciones son de origen viral y 5% bacterianas; por lo tanto, la mayoría de las infecciones no requieren de antibióticos, pero hay una sobreutilización de los mismos. El resfriado común se autolimita de siete a diez días; solo requiere de medicamentos para aliviar los malestares y descanso”, resaltó Castillo Pedroza.

El especialista del INER detalló que una persona al presentar un resfriado común también es vulnerable a tener una infección bacteriana. De ahí que se presenten complicaciones como amigdalitis, faringitis, otitis, neumonías o meningitis. En estos casos es vital el uso de antibióticos con prescripción médica.

A diferencia del resfriado común o gripe, la influenza genera fiebre mayor a 38.5 grados, dolor de cabeza intenso, tos, ataque al estado general de salud, dolor de articulaciones, dolor de estómago y diarrea.

“La gente que ha tenido la infección describe que siente que se muere. Ante ello, lo recomendable es que acudan a los servicios de urgencia, porque entre más pronto reciban el tratamiento disminuyen las complicaciones, que podrían derivar en el fallecimiento del paciente”, señaló por su parte José Luis Sandoval Gutiérrez, jefe del Departamento de Áreas Críticas en el INER.

El especialista advirtió que entre las principales complicaciones de una persona con influenza es que presente neumonía bacteriana, síndrome de Reye (debe evitarse el uso de ácido acetilsalicílico), síndrome de Guillain-Barré, shock tóxico, carditis o falla renal.

Ante el panorama que se avecina de un mayor número de casos de influenza, el especialista recomienda para evitar el contagio lavarse las manos regularmente, utilizar pañuelos desechables, colocar un pañuelo sobre la boca al toser o estornudar, utilizar alcohol en gel, evitar el saludo de beso en la mejilla, el tabaquismo y los cambios bruscos de temperatura.

“Es relevante hacer la diferencia entre influenza y gripe. En el primero, los síntomas aparecen de manera brusca e intensa. Existe un manejo preventivo y terapéutico para ambas condiciones y la educación y capacitación son los pilares para el adecuado control de la enfermedad”, resaltó Sandoval Gutiérrez.

Por último, insistió en que las mujeres embarazadas deben vacunarse contra la influenza, porque es más probable que el virus cause enfermedad grave, a diferencia de las mujeres que no están en gestación.

“En el embarazo se registran cambios en el sistema inmunitario, el corazón y los pulmones. De ahí que son más vulnerables a enfermarse gravemente por la influenza, lo cual puede significar la hospitalización e incluso la muerte. Además, tienen mayor riesgo de que su bebé nazca de manera prematura, de ahí el exhorto a que las mujeres embarazadas se vacunen en la próxima temporada invernal”, invitó el neumólogo.

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