Vendas neuromusculares, apoyo en terapias

Se enfocan en estimular los sensores de la piel, favorecen la circulación y regulan el tono muscular

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Foto: Archivo
Lorena Ríos
Todo menos politica
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El uso de vendas neuromusculares ayuda en el tratamiento de los procesos inflamatorios y optimiza las secuencias de movimiento, a través de la estimulación de los sensores neurosensitivos que detectan el grado de tensión y estiramiento muscular.

La aplicación y uso de las vendas neuromusculares debe ser supervisado por un fisioterapeuta, quien justifica su colocación, la elección de color y el tiempo que debe usarse.

“Antes de colocar las vendas neuromusculares sobre la piel se debe cuidar que no esté irritada ni seca. Además, en caso de que la zona cuente con mucho vello, debe rasurarse sin causar heridas o recortar el vello”, explicó Pedro Fernández de Sousa-Dias, fisioterapeuta y asesor clínico de BSN Medical Iberia.

Este tipo de vendaje, que con una amplia gama de colores, puede ser aplicado en cuatro técnicas principales (muscular, estructural, linfática y propioceptiva) dependiendo del área anatómica y patología que se quiera tratar. Está disponible en la gama de tonalidades que rige la terapia del color (cromoterapia). En el caso de tratamientos específicos para músculos los colores cálidos de la gama rojo, incluido el negro, contribuyen al aumento de tono. En cambio, los tonos fríos suelen aplicarse para relajar los músculos y para tratamientos venosos, precisó el especialista.

Este vendaje surge de la necesidad de encontrar una forma para sanar el cuerpo mediante el uso de un material suave y elástico, adaptable al movimiento, que activara la musculatura y mejorara la circulación venosa, entre otros. Todo ello bajo el principio común del vendaje: funcionar como un complemento que asistiera en los procesos de sanación del cuerpo (auto sanación).

Las vendas neuromusculares se enfocan en la estimulación de los sensores de la piel, favorecen la circulación, incrementan la percepción que el cuerpo tiene de sí y regulan el tono muscular, además de apoyar en los procesos de rehabilitación y disminución del dolor en músculos sometidos a estrés, como consecuencia de las diferentes actividades deportivas, desde la medianamente frecuente hasta los de alto rendimiento.

La venda neuromuscular funciona como una segunda piel, ya que actúa en los sistemas sensoriales del cuerpo humano. Es decir, en los sensores responsables de informar al cerebro del movimiento y posición de un músculo o articulación, y de mantener cohesionados y en correcta relación a órganos, huesos, músculos y nervios, respectivamente.

Señaló que las vendas están compuestas en 97% por algodón de alta resistencia. Esto les permite estirarse a lo largo hasta en 40%, simulando a la piel en grosor, peso y elasticidad. Aunque es capaz de mantenerse estable por varios días sin importar condiciones de humedad o de transpiración, dado que cuenta con una tasa de permeabilidad al vapor de agua, que facilita la respiración natural de la piel.

Cuando una persona practica un deporte (incluso los deportistas de alto rendimiento) queda expuesta a sufrir una lesión muscular. Esto se traduce en quedar fuera de competencias y prácticas tanto recreativas como competitivas. Es aquí donde la terapia preventiva con vendas neuromusculares cobra verdadera importancia, señaló Carlos Alberto Cóccaro, fisioterapeuta del Club Pachuca.

Aunque la prevención es muy importante, los procesos de rehabilitación son fundamentales para reintegrarse a la actividad física en el menor tiempo y en las mejores condiciones. “Usamos el vendaje neuromuscular cuando un jugador presenta una lesión en agudo y se produce un proceso inflamatorio. Al igual que para puntos específicos del dolor”, concluyó.

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