Los productos light ofrecen algunas ventajas para la población en general, como el ayudar a controlar el peso corporal, y que las personas con diabetes o problemas digestivos puedan seguir disfrutando de alimentos con sabor dulce.
Los edulcorantes no calóricos se utilizan desde hace más de un siglo de manera segura, y el descubrimiento en 1897 de una sustancia 300 veces más dulce que el azúcar —sacarina—, fue un momento histórico para la industria de los alimentos.
La Federación Mexicana de Diabetes (FMD) señaló que estos productos son sustancias que en cantidades muy pequeñas se perciben con sabor dulce, pero sin que aporten demasiadas calorías, y de acuerdo a una reciente revisión, son seguros para que se consuman incluso durante la niñez, el embarazo y la lactancia.
Los productos light tienen una reducción en su contenido energético mínimo de 30% en comparación con los tradicionales.
En ese sentido, la nutrióloga Virginia Tijerina señaló que las bebidas y alimentos ligeros se han convertido en una opción para quienes desean mantener un peso adecuado o quieren perder algunos kilos.
Advirtió sin embargo que siempre deben acompañarse de un régimen nutricional equilibrado, ya que si se consumen en exceso se pierde el control del aporte calórico y pueden llevar incluso a ganar peso.
“Hay diferentes tipos de edulcorantes artificiales, en los estudios que se han realizado no se ha encontrado que tengan alguna restricción para el paciente con diabetes, y tampoco para el resto de la población. Por lo regular los edulcorantes se ingieren y se excretan por la orina y sin algún trastorno”, indicó.
El consumo moderado de productos reducidos en grasa o sin calorías incentivan a las personas a llevar una dieta equilibrada, sin tener que privarse de una bebida gaseosa, un chocolate, mayonesa o cualquier otro alimento que en su forma tradicional afectaría su salud.
La también especialista en nutrición Susana Padierna expuso que este tipo de bebidas y alimentos “son una opción para quienes están tratando de disminuir peso y para las personas con diabetes o hipertensión, porque les ayuda a estar controlados, aunque siempre deben estar bajo supervisión de un profesional de la salud y no caer en excesos”.
Los productos bajos en calorías contribuyen también a un mejor cuidado de la salud bucal porque no dañan la dentadura como el azúcar, sin que esto implique descuidar el cepillado dental diario.