La pérdida de tejido óseo comienza a los 40 años, etapa en la que no se puede reemplazar con la misma rapidez con la que se pierde. Si a esto se suman factores como alcoholismo, tabaquismo, vida sedentaria, delgadez extrema u obesidad, la pérdida de hueso será mayor y por ende el riesgo de fracturas se incrementa.
En México el riesgo de sufrir una fisura de cadera a los 50 años es de una por cada doce mujeres y uno por cada 20 hombres.
“La osteoporosis y las fracturas relacionadas, como las de cadera, constituyen una causa importante de mortalidad y morbilidad. Debido a este padecimiento, mujeres mayores de 45 años deben permanecer hospitalizadas por periodos más prolongados que si se tratara de enfermedades como diabetes, infarto de miocardio o cáncer de mama”, alertó Víctor Manuel Mercado, miembro de la Asociación Mexicana de Metabolismo Mineral y Osteoporosis (AMMOM).
El especialista mencionó que durante la edad adulta la masa ósea se mantiene a través del equilibrio entre la formación de hueso nuevo y la remoción de hueso viejo. Es importante mantener este equilibrio con ayuda de conductas saludables para los huesos, como incorporar cantidades necesarias de nutrientes.
“Para los adultos mayores se recomienda una alimentación variada en la que se incluya el consumo de leche y una amplia lista de productos lácteos bajos en grasa, realizar actividad física y evitar los hábitos negativos en el estilo de vida. En algunos casos se requerirá de terapia medicamentosa a fin de evitar fracturas”, recomendó.
Mercado advirtió que en la actualidad se registran 29 mil 732 fracturas de cadera al año, pero se estima que el número de casos en 2050 se elevará a 155 mil 874 fracturas, es decir 424%, derivado del envejecimiento poblacional.
El especialista precisó que la osteoporosis “no es una descalsificación del hueso sino una enfermedad crónica, metabólica y degenerativa con un comportamiento a lo largo de la vida que se traduce en una alteración de la estructura del hueso. Esto hace que nuestros huesos se tornen quebradizos y susceptibles a fracturas”.
Una de las principales enfermedades provocadas por la falta de calcio es la osteoporosis, responsable de la destrucción de huesos a partir de la quinta década de la vida. Para prevenir esta patología es importante preparar el cuerpo desde la niñez al consumir una dieta balanceada y con una adecuada fuente de calcio como la leche de vaca y sus diversos derivados.
“Después de la menopausia las mujeres atraviesan un periodo de pérdida ósea acelerada, ya que la merma de hueso supera a la formación, debido a la falta del estrógeno protector, pero a esta etapa precede la osteopenia, donde empieza la pérdida ósea y no presenta síntomas”, explicó el especialista en ginecología y obstetricia.
Detalló que la masa ósea idónea se da hasta los 30 años, la etapa de la vida en que se alcanza la cúspide. Esto quiere decir que el hueso constantemente se forma y reabsorbe hasta la tercera década de la vida. “La primera fractura es vertebral en 80% de los casos; le siguen las lesiones en muñeca, cadera, pelvis y el húmero (uno de los huesos del brazo), las cuales son silenciosas y pasan desapercibidas”, advirtió.
El problema es que la osteoporosis puede ser asintomática y el paciente puede darse cuenta de tenerla hasta que se presente una fractura. Incluso solo una de cada tres fracturas de columna llegan a recibir atención clínica, comenta.
Actualmente existen formas eficaces y seguras de atender la osteoporosis. Todo paciente diagnosticado debe recibir tratamiento durante tres años como mínimo, por lo que el seguimiento al mismo es muy importante, pues sólo así se puede evitar presentar fracturas más complejas.