Las personas que presentan disfonía o cambios en la voz por más de dos semanas, dificultad para tragar, dolor, irritación, sangrado o presencia de úlceras o abultamiento en el paladar, lengua o base de la boca, deben acudir de inmediato con un especialista, ya que podría tratarse de cáncer de cabeza y cuello, enfermedad que afecta principalmente a los fumadores, a los que abusan del alcohol o que tienen infección por virus del papiloma humano (VPH) serotipos 16 y 18.
En México cada año se registran dos mil 500 casos nuevos anuales y es responsable de la muerte de mil 700 personas. En el mundo se reportan más de 500 mil casos. “El cáncer de cabeza y cuello por lo regular comienzan en las células que revisten las superficies húmedas y mucosas, por ejemplo dentro de la boca, la nariz y la garganta. Por desgracia, 70% de los casos se diagnostica en etapas avanzadas”, señala Alejandro Juárez Ramiro, oncólogo del Consultorio de Medicina Especializada (CME), Unidad de Investigación.
En el país este tipo de neoplasia representa 17.6% de la totalidad de los tumores malignos que se registran. De ese porcentaje, 12% son carcinomas de vías aerodigestivas, de los cuales 70% llega al especialista en estado avanzado donde el tratamiento es complicado y el pronóstico de supervivencia es muy pobre.
“La incidencia es tres veces mayor en hombres que en mujeres. Y lo más preocupante es que cada vez vemos pacientes más jóvenes con esta enfermedad causada por el virus del papiloma humano (derivado de la práctica de sexo oral), que se instala en las amígdalas o la base de la lengua. Esta condición lleva a las personas a tener dificultades para respirar y alimentarse cuando la enfermedad avanza”, indica el oncólogo.
Juárez Ramiro explica que entre los síntomas del cáncer de cabeza y cuello se encuentran la cavidad oral: parche blanco o rojo en la encía, en la lengua o en el revestimiento de la boca. Inflamación de la mandíbula y sangrado o dolor poco común en la boca. En la faringe: dificultad para respirar o para hablar, dolor en el cuello o en la garganta que no desaparece. En la laringe: dolor al tragar o dolor incesante de oído. Y en los senos paranasales y cavidad nasal: congestión y sinusitis que no reaccionan al tratamiento médico, sangrados por la nariz y dolores frecuentes de cabeza.
En cuanto al tratamiento, de acuerdo a su ubicación y estadio del tumor, se puede utilizar cirugía, radioterapia y quimioterapia, aunque en forma reciente ya se utiliza inmunoterapia, la cual consiste en el uso de medicinas que estimulan el propio sistema inmunológico del paciente para que reconozca y destruya las células cancerosas con mayor eficacia.
Existen inmunoterapias que han demostrado una mejora en la sobrevida global a un año y 30% de reducción del riesgo de muerte en pacientes con cáncer de cabeza y cuello.
Terapia inmunológica
La inmuno-oncología es un medicamento que no es quimioterapia no ataca químicamente al tumor sino que funciona al activar el proceso de defensa de las células tumorales frente al sistema inmunológico. La inmunoterapia restaura la posibilidad del sistema de defensa para detectar y destruir las células malignas, específicamente en el paso en que las células cancerígenas evaden y suprimen la respuesta inmune.
En el país ya se cuenta con terapia inmuno-oncológica denominada nivolumab, la cual está indicada para cáncer pulmonar, renal y melanoma. En fecha reciente se aprobó para cáncer de cabeza y cuello, linfoma de Hodgkin clásico y melanoma metastásico.
Los linfomas son un tipo de cáncer que comienza en los glóbulos blancos llamados linfocitos, que se encuentran alojados en todos los ganglios linfáticos del cuerpo. Los linfomas generalmente se diagnostican en ganglios linfáticos, el bazo, la médula ósea, las amígdalas y el tracto digestivo.
“Es una innovadora terapia porque bloquea los puntos de control inmunológico, lo que resulta en una activación de la respuesta del propio sistema inmune contra las células tumorales”, afirma David Gómez Almaguer, jefe del Servicio de Hematología del Hospital de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
“La aprobación que recibe nivolumab para melanoma metastásico, combinada con la también inmunoterapia ipilimumab, representa una mejor supervivencia. Es una de las mejores opciones de tratamiento para muchos pacientes, al representar una mejor calidad de vida”, señala Miguel Ángel Álvarez Avitia, del Departamento de Oncología Médica del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).
La cirugía, la radioterapia, terapias citotóxicas o dirigidas han representado la base del tratamiento del cáncer en las últimas décadas, pero “la sobrevida y la calidad de vida a largo plazo siguen siendo retos difíciles de lograr para una proporción importante de pacientes con enfermedad avanzada”, concluye.