La grieta en la barrera de hielo Larsen C en el Polo Sur creció 17 kilómetros en la semana que va del 25 al 31 de mayo, lo que está a punto generar el más grande iceberg del que se tenga memoria.
El momento en que se separe el iceberg de la barrera de hielo probablemente esté muy cercano, señalaron Adrin Luckman y Martin O’Leary del Proyecto MIDAS, que sigue este proceso de fractura.
La fractura haría que Larsen C pierda poco más de 10% de su área, es decir, unos cinco mil kilómetros cuadrados, lo que cambiará el panorama de la península Antártica.
La configuración resultante tras la separación será menos estable y Larsen C podría seguir el destino de Larsen B, que se desintegró en 2002 tras un proceso similar, señalaron los científicos en su página electrónica.
El proyecto MIDAS investiga los efectos del calentamiento global en la barrera de hielo Larsen C en la región occidental de la Antártica, la cual ha sufrido fuertes deshielos durante los veranos recientes.
Estos deshielos han cambiado la estructura del hielo, y el futuro de la barrera de hielo es desconocida, por lo que se hace observación mediante trabajo de campo e imágenes satélitales.
Además se realizan simulaciones de computadora tanto de la barrera de hielo como de su clima, a fin de tener el panorama más completo posible.
De acuerdo con la NASA, las barreras de hielo que rodean a la Antártica forman un dique de seguridad que retiene el hielo que fluye al mar y prácticamente son irrecuperables.
La más grande de estas barreras flotantes es la Ross, cuyo tamaño es similar a la superficie de España con una altura de cientos de metros sobre el nivel del mar.
Las plataformas han sufrido un proceso de angostamiento y algunas inclusive han desaparecido en las pasadas dos décadas. Su desaparición ocurre con el desprendimiento de segmentos que forman grandes icebergs.