Por: Federico González
Zygmunt Bauman. La cultura en la modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica. Traducción: Lilia Mosconi. 101 pp.
La modernidad líquida es un concepto acuñado por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman (Posnania, 1925). Sirve, según su autor, para explicar la precariedad de los vínculos humanos en la era del libre mercado. A partir de esta categoría ha reflexionado sobre el amor: “Predomina la no responsabilidad hacia el otro y todo se reduce al vínculo que produce la web”, concluye el académico en Amor líquido, donde analiza a la sociedad y la biodiversidad.
Su nuevo foco de atención es la cultura. Parte de la concepción evolucionista del término, cuando se le consideraba un elemento esencial para el progreso del Estado, y desarrolla la forma en que su significado ha cambiado a lo largo del tiempo hasta llegar a hoy.
“Puede decirse que la cultura de la modernidad líquida se corresponde bien con la libertad individual de elección y que su función consiste en garantizar que la elección sea y continúe siendo una necesidad y un deber ineludible de la vida”, señala.
Es decir, Bauman sostiene que en días donde la individualización predomina la cultura pierde presencia en el alcance colectivo y gana impacto en su interés por particularizar. “El progreso, en resumen, ha dejado de ser un discurso que habla de mejorar la vida de todos para convertirse en un discurso de supervivencia personal”, apunta.
La fragmentación de ofertas y mercados lejos de tender puentes divide más. Es entonces cuando Bauman lanza una de las críticas más certeras del ensayo. Cuestiona al multiculturalismo y a los defensores de los derechos humanos, en tanto que promueven el derecho a la diferencia pero no pugnan por construir nexos entre “unos” y “otros”.

Interrelación
Bienvenida la diversidad y que cada quien se rasque con sus propias uñas. El problema es que en tiempos donde la migración es cosa de todos los días y la coexistencia entre grupos minoritarios es obligada, remarcar la diferencia, más que una solución, es un problema. “Cuando la tolerancia mutua se combina con la indiferencia mutua, las comunidades culturales pueden vivir en estrecha proximidad, pero rara vez se hablarán entre ellas”.
Así, el sociólogo concluye sobre la necesidad de generar políticas de involucramiento, pero sin dejar de respetar la particularidad. Bauman destaca la necesidad de definir el foco de atención. El reconocimiento a la diferencia cultural lejos de ser el final es el comienzo de un nuevo proceso político que deberá privilegiar la interrelación.
Sin dejar de reconocer las dificultades de su propuesta, el sociólogo traza las coordenadas de una nueva ruta que es preciso atender.
Otros títulos de Zygmunt Bauman son La sociedad sitiada, Vida de consumo y Daños colaterales. Desigualdades sociales en la era global.
