Un equipo internacional de astrónomos encontró, gracias al telescopio espacial Kepler de la NASA, cuatro planetas rocosos que podrían ser similares a la Tierra y que orbitan alrededor de un “pequeño Sol”.
El hallazgo representa otras posibles formas de vida con una historia completamente distinta a las terrestres. Habrían sido guiadas por unas estrellas más frías y antiguas y por una luz completamente exótica.
Los cuatro exoplanetas descubiertos miden entre 20 y 50% más que la Tierra. Aunque giran alrededor de una estrella que visiblemente es menos luminosa que el Sol y que además tiene la mitad de su tamaño, los niveles de radiación que sufren son similares a los sufridos en la Tierra.
“Según nuestros análisis, al final de la misión que estamos realizando ahora podríamos duplicar o triplicar el número de planetas pequeños que conocemos y que orbitan las estrellas más brillantes”, señala Ian Crossfield, investigador en la Universidad de Arizona y principal autor del estudio. Para los especialistas, este tipo de descubrimientos abren las puertas a nuevas investigaciones.
La tecnología del telescopio espacial Kepler fue fundamental para el hallazgo.

