Miguel Ángel Buonarroti y Leonardo da Vinci son los artistas más representativos del Renacimiento italiano, dos genios que heredaron obras que a lo largo del tiempo han despertado la curiosidad y generado interrogantes.
El trabajo de ambos revolucionarios de la plástica coincide en el Palacio de Bellas Artes, en lo que Rafael Tovar y de Teresa, titular del Consejo Nacional para la Cultura en las Artes, ha llamado las dos exposiciones más importantes en el historial del recinto de mármol.

Miguel Ángel
La exposición Miguel Ángel Buonarroti. Un artista entre dos mundos reúne 29 obras del artista florentino, así como 45 piezas de artistas cercanos a Buonarroti. A decir del curador Francesco Buranelli, “esta exhibición da cuenta de su figura y enfatiza la importancia de la influencia miguelangelesca en los artistas y sus procesos tanto en el virreinato de la Nueva España como en el primer México independiente”.
A lo largo de cinco secciones podrá observarse la historia y su legado artístico. El primer apartado incluye el contexto del artista, sus primeras obras y su relación con los mecenas con cuyo apoyo desarrolló gran parte de sus obras. Entre las piezas que lo conforman se encuentran el Retrato de Lorenzo el Magnífico de Giorgio Vasari y una carta escrita en Roma a su sobrino Leonardo en Florencia, en la cual le manifestó su sentir en torno de su última etapa como creador.
El segundo espacio está dedicado a la escultura. “Para Miguel Ángel, la producción escultórica era el medio por excelencia para transmitir las emociones más puras de la vida. Como la gran mayoría de los habitantes de su tiempo, él también aspiraba a la perfección desde lo más profundo de su espíritu”, apuntó Luis Javier Cuesta, cocurador del montaje.
La pintura está referida en la tercera sección. Aquí se identifica el proceso creativo de los frescos ubicados en los muros de la Capilla Sixtina, a través de bocetos y estudios preparatorios. Además de piezas como Juicio final de Andrés de Concha, ubicada en el retablo mayor de la iglesia de Santo Domingo en Yanhuitlán, Oaxaca.
El interés de Buonarroti en la arquitectura forma parte del cuarto núcleo. Se incluyen algunos estudios preparatorios para la fachada de San Lorenzo, bases de pilastra para la Sacristía Nueva que realizó en 1524, estudios para la Porta Pia y correspondencia que tuvo desde Florencia con el Papa Clemente VII en Roma.
La última parte deja al descubierto el interés acerca del estudio anatómico que Miguel Ángel realizó de manera constante. La superficie de los cuerpos, sus cambios con el movimiento, las tensiones, las contorsiones y su apariencia de acuerdo al punto de vista del espectador ocuparon su total atención. Ejemplo de ello es el David-Apollo, figura creada por Buonarroti alrededor de 1532.
Entre los 26 autores que acompañan la exposición con algunas de sus piezas se encuentran Rafael Sanzio, Giorgio Vasari, Giorgio Ghisi, Daniele da Volterra, Andrés de Concha, Baltasar de Echave Orio, Leone Leoni, Marcello Venusti y Bernal Díaz del Castillo.
La muestra estará abierta al público a partir del 26 de junio de 2015 en la Sala Nacional del recinto.

Leonardo
Después de haberse exhibido en Virginia y Boston, bajo la curaduría de John T. Spike, Leonardo da Vinci y la idea de la belleza llega a México, exposición donde se explora la relación entre belleza y naturaleza a través de once piezas originales del artista y cuatro piezas de su círculo. El recorrido perfila la intensa relación entre arte y ciencia cultivada por el italiano.
Presenta a un Leonardo dedicado a la investigación y a la experimentación, que se ven reflejadas en sus estudios sobre el dinamismo y la forma de la naturaleza, los cuales denotan su extraordinaria capacidad de observar a profundidad y dibujar con absoluta precisión.
En palabras de Miguel Fernández Félix, director del Museo del Palacio de Bellas Artes, “el montaje brinda la oportunidad de apreciar los ideales estéticos dentro de un espíritu científico. La muestra busca compartir la admiración despertada durante distintas épocas y a lo largo de las más diversas latitudes por la obra del ilustre artista, de cuya curiosidad e imaginación somos deudores y herederos, más allá de los territorios del arte”.
El conjunto de la obra proviene de la Biblioteca Real de Turín, antigua biblioteca de los reyes de Italia. Entre las piezas sobresalen El códice sobre el vuelo de las aves y El retrato de la joven. El primero es considerado el primer estudio científico del vuelo. Está conformado por 18 páginas con dibujos y escritos que plasman una reflexión sobre las aves y la mecánica de sus alas para poder crear una máquina para volar.
Destaca también el estudio para el ángel de La Virgen de las rocas, realizado en 1483. Está catalogado como uno de los bocetos más preciados dentro de la obra de Leonardo da Vinci. El dibujo está trabajado con punta de plata, técnica que requiere de una alta disciplina, pues no permite alterar o borrar el trazo. Su valor reside en que es considerado como la única evidencia de los preparativos para el óleo.

La muestra estará abierta al público a partir del 26 de junio de 2015 en la Sala Diego Rivera del recinto.