Los astronautas que viajen hacia y desde Marte serían bombardeados con tanta radiación cósmica que equivaldría a que se sometieran a una tomografía computarizada completa una vez por semana durante un año, de acuerdo con un reporte de investigadores de la NASA emitido el jueves.
Esa dosis es suficiente para aumentar el riesgo de cáncer en un 3%, pero los expertos advierten que hay muchas incertidumbres sobre los efectos del entorno espacial en el cuerpo.
La NASA desea enviar una tripulación a orbitar el planeta rojo para mediados de la década de 2030. A medida que hacen sus planes para la exploración del llamado espacio profundo, los científicos están especialmente preocupados por la radiación, tanto la proveniente de los rayos cósmicos de alta energía arrojados por explosiones de supernovas distantes como de estallidos esporádicos de partículas cargadas que lanza el Sol.
Hasta el momento, uno de los proyectos más serios para llevar seres humanos a marte es Mars One, cuya convocatoria aún sigue abierta, y planea arribar al Planeta Rojo en el año 2023.