Tragedias en el mundo del arte

Hay muchos artistas talentosos que no han sido reconocidos y los espacios de exposición cada vez se van reduciendo más.

Arte
Foto: AP
Masha Zepeda
Todo menos politica
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Los pintores, escultores, grabadores, dibujantes, artistas conceptuales y performanceros son parte de un gremio complejo, con sentimientos encontrados, siempre tratando de hallar el equilibrio constante que a duras penas algunos logran: el medio plástico, de unos años para acá llamado visual, es muy difícil.

Hay muchos artistas talentosos que no han sido reconocidos y los espacios de exposición cada vez se van reduciendo más, ya que son siempre foros para los mismos artistas que les sirven a los curadores, que son los que obtienen ganancias en todos los sentidos.

El mundo del arte siempre ha estado ligado al mundo de las ganancias monetarias, que apenas en el siglo XX tardío comenzó a remunerar a sus artistas, como Picasso, Diego Rivera, Pollock, Miró, Remedios Varo, Frida Kahlo… quienes sí alcanzaron a vivir de vender su obra y la misma hoy cada vez se cotiza mejor, a cifras escandalosas.

Pero también este mercado del arte, más sus cifras enloquecedoras, despierta la codicia y provoca problemas entre la gente cercana a los artistas o incluso a sus parejas.

Tal vez el primer caso localizado fue el triste final de Modigliani, quien enfermo por sus excesos salió de un bar y por su debilidad se cayó en una noche invernal en la que el frío lo llevó a la muerte en su departamento, a donde fue llevado por amigos para morir de inmediato. Su mujer, pintora también, se suicidó embarazada de su segundo bebé, aventándose del sexto piso de un balcón y dejando huérfana, a sus dos años, a su primera hija, quien escribió una biografía sobre su padre.

Otro gran artista Jackson Pollock (1912-1956), dueño de un talento fuera de serie y quien marcó la historia del arte moderno del siglo XX, seguidor de la técnica de Siqueiros, era un hombre intenso al que corrieron de todas las escuelas, casado con la también pintora Lee Krasner. En la actualidad existe una fundación que apoya a artistas jóvenes en nombre de los dos. Pollock, quien desde joven tenía problemas con su manera de beber, murió en un accidente automovilístico (donde también perdió la vida una amiga suya y otra sobrevivió) al ir pasado de copas manejando a alta velocidad; muchos lo siguen considerando un suicidio.

Reflexión

Ana Mendieta, una de las grandes artistas cubanas, quien revolucionó al mundo del arte desde una visión sumamente sutil a la par que intensa y no se veía a ella misma como una artista conceptual sino como una trabajadora del arte, logró piezas inolvidables y marcó a su tiempo al destacar en su generación. Lamentablemente, en circunstancias aún oscuras, murió a los 38 años al caer del balcón de su piso 38, después de que los vecinos escucharon una acalorada discusión con su marido, el también artista Carl Andre, quien después de un proceso judicial de tres años salió absuelto y el veredicto fue un suicidio de la artista.

Este 2015 finaliza con la triste noticia del asesinato de la artista de India Hema Upadhya, cuya obra se cotiza muy alto en el mercado del arte y quien fue localizada junto a su abogado, Harish Bhambani, después de que hace poco se divorció del también artista Chintan: ambos cuerpos fueron encontrados sin pertenencias personales ni identificación alguna.

El crimen en el arte por lo general se ha identificado con el robo o la copia, pero el que se generen asesinatos —algunos relacionados con el mercado del arte— es verdaderamente escandaloso y da pie a un momento de profunda reflexión.