El espacio estelar ha sido siempre objeto de atención, estudio y sueños entre la raza humana, cuyo anhelo por conquistar el cosmos se ha tornado tan fuerte que hoy es una empresa compartida a nivel mundial y cuyo ejemplo máximo es la Estación Espacial Internacional (EEI), producto de los avances tecnológicos logrados, sobre todo, en los últimos años.
Pero la EEI sería imposible de concebir siquiera, si no hubiese detrás el trabajo que por décadas realizaron las pioneras y pioneros espaciales.
Una de esas precursoras clave de la conquista del cosmos fue, sin duda, Valentina Tereshkova, quien a sus 26 años, el 16 de junio de 1963, se convirtió en la primera mujer en alcanzar el espacio exterior a bordo de la nave Vostok 6.
Valiente
Valentina Vladimírovna Tereshkova nació el 6 de marzo de 1937 en el pueblo de Maslennikovo, en Yaroslav, al norte de Moscú, en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), quedando huérfana de padre a los tres años.
Siempre sintió pasión por volar, por lo que en 1959, a los 22 años, se inscribió en un aeroclub de paracaidismo. Ella hizo de esta experiencia su afición preferida, convirtiéndose en una de las paracaidistas más avanzadas en su momento.
Además de manejar el paracaidismo, su faceta política fue también crucial para forjar su historia: su pasión por el sistema comunista haría de trampolín en su carrera espacial, pues en 1961 se convertiría en secretaria local de la Komsomol (Liga de Juventudes Comunistas) y ese mismo año solicitaría su ingreso al Centro de Entrenamiento para Astronautas.
Mujer fuerte y decida, su talento no pasó desapercibido y fue elegida para participar en los vuelos de la serie de naves Vostok.
Los requisitos para convertirse en mujer astronauta eran: ser menor de 30 años; medir menos de 1.70 metros y tener un peso no mayor a los 70 kilogramos.
La aspirante debía ser además “ideológicamente pura”; no se requería experiencia como piloto, ya que la nave Vostok era completamente automática y la astronauta podía ser considerada solo un pasajero.
La experiencia de Valentina con paracaídas y su matiz político fue trascendente para ser elegida entre las más de 400 aspirantes al puesto.
El vuelo
El 16 de junio de 1963, a las 9:29 horas, la Vostok 6 despegó desde la base espacial de Baikonur con rumbo al espacio llevando consigo como tripulante a Valentina Tereshkova, quien a sus 26 años se convertía en la primera mujer y primera civil en viajar al espacio en una misión que tenía como objetivo “resaltar el poderío tecnológico de la Unión Soviética en plena carrera espacial con Estados Unidos y enaltecer el heroísmo de la mujer soviética”.
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