El Consejo Mundial de Automovilismo aprobó el miércoles la venta de la Fórmula Uno a la empresa estadunidense Liberty Media por cuatro mil 400 millones de dólares.
Liberty Media Corp., cuyo accionista mayoritario es el magnate John Malone, anunció en septiembre su interés en adquirir la serie de automovilismo más popular alrededor del mundo.
Cuatro meses después, el organismo rector dio el visto bueno para que la F1 sea vendida por el fondo de inversiones CVC Capital Partners.
El nuevo director de la junta de la F1 será Chase Carey, un estadunidense que en el pasado administró el estudio 21st Century Fox y reemplazará en el cargo a Bernie Ecclestone, el empresario británico de 86 años que es dueño de los derechos comerciales de la F1 y que permanecerá en el cargo a corto plazo bajo la nueva administración.
La FIA informó en un comunicado estar entusiasmada por trabajar con los nuevos dueños del Grupo Fórmula Uno.
Después que los accionistas de Liberty aprobaron la adquisición, solo faltaba el visto bueno de la FIA para proceder con la transacción.
La compra debe estar finalizada antes que comience la próxima temporada de la F1, el 26 de marzo en Melbourne.
A corto plazo, Liberty tiene la capacidad de realizar algunos cambios al calendario, como agregar otra carrera en Estados Unidos, además de implementar medidas de promoción y cobertura digital.
Otros cambios más a fondo, como enmendar el cronograma de las carreras, el diseño de los vehículos y la distribución de ingresos entre los equipos, están regidos por un acuerdo entre los dueños, los equipos y la FIA.