El Comité Olímpico Internacional (COI) pospuso para el jueves 21 de julio la decisión sobre la posible exclusión de Rusia de los Juegos Olímpicos de Río 2016, a consecuencia del Informe McLaren, que revela la existencia de un plan de dopaje amparado por el gobierno.
El COI ha iniciado una investigación en la que se abordarán todos los aspectos, entre ellos la legalidad de suspender por completo la participación olímpica de un país, y qué tratamiento deben tener aquellos atletas que han demostrado, o demuestren, estar limpios. Además, se alentará a todas las federaciones internacionales a no conceder a Rusia la organización de competiciones mientras se resuelve el problema en el país.
Se trata de un nuevo revés para los atletas rusos que, como Yelena Isinbayeva publicó hace unos días, esperan saber si podrán o no participar en Río 2016.
En tanto, la Asociación de Federaciones Internacionales Olímpicas de Verano (ASOIF, por sus siglas en inglés), rechazó una sanción general sobre el equipo ruso para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
La ASOIF que representa a los entes reguladores de 28 deportes en el programa olímpico, reconoció la gravedad y extensión de las actividades de dopaje en Rusia detalladas por el informe del investigador de la Agencia Mundial Antidopaje, Richard McLaren, y dejó claro que no está a favor de una sanción general.
“Es importante centrarse en la necesidad de justicia individual en todos estos casos”, afirmó el organismo y añadió que apoya todas las decisiones de sus federaciones, incluidas aquellas que tengan en cuenta la responsabilidad colectiva de organizaciones.
Eso implica que en lugar de instaurar un veto general, las federaciones podrían inhabilitar a equipos rusos de deportes concretos como lo hizo la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo.