La Corte del Segundo Circuito de Apelaciones en Manhattan rechazó la solicitud de Tom Brady para tener una nueva audiencia sobre su suspensión por el caso conocido como Deflategate.
El quarterback de los Patriotas de Nueva Inglaterra fue suspendido cuatro partidos por su participación en una confabulación para alterar balones en el partido por el campeonato de la AFC el 18 de enero de 2015.
Lo que comenzó como una acusación de trampa en el partido por el campeonato de la AFC se convirtió en una batalla legal que ha costado decenas de millones de dólares e involucra no solo a una de las leyendas del futbol americano, sino a prominentes abogados y científicos.
Después de tres meses, el investigador Ted Wells determinó que los Patriotas utilizaron balones desinflados a propósito en ese partido, y que Brady tenía idea de la confabulación.
La NFL suspendió al quarterback por cuatro partidos, y multó al equipo con un millón de dólares y además le quitó dos selecciones del draft.
Brady apeló, primero ante la liga, pero el comisionado Roger Goodell confirmó la sanción. Después acudió a un tribunal federal, y un juez revocó el castigo.
La liga acudió al Segundo Circuito, y el grupo de tres jueces volvió a imponer el castigo original.
La última esperanza de Brady es apelar ante la Corte Suprema estadunidense.