VENCEDOR “IN EXTREMIS”

Cada vez son más las firmas automotrices interesadas en trasladar sus programas de desarrollo a la categoría eléctrica.

Alejandro Zárate
Todo menos politica
Foto: Especial
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El final del E-Prix de la Ciudad de México en la Fórmula E ya destaca como uno de los desenlaces más emocionantes en el automovilismo de los últimos tiempos: fue épico. El brasileño Lucas di Grassi, del equipo Audi, le quitó el triunfo al alemán Pascal Wehrlein (Mahindra Racing) en plena meta.

Wehrlein llegó a la última vuelta liderando la carrera. Di Grassi intentó en varias ocasiones buscar una rendija por dónde pasarlo, pero el ex piloto de la Fórmula 1 no le concedía ningún espacio. Esa presión le representó un consumo de energía considerable.

Así, al llegar a la última curva el piloto alemán se quedó en 0% de batería. Di Grassi fintó rebasar por la parte exterior de la pista pero de último momento cambió de dirección al interior y pisó a fondo el acelerador. Wehrlein respondió con un “volantazo” para cerrarle el paso. No obstante, el brasileño logró pasar entre el muro y el monoplaza de su adversario para rebasarlo un par de metros antes de la meta.

“Tengo que decir que probablemente fue mi mejor carrera de la Fórmula E hasta ahora”, comentó el piloto de Audi, instantes después de lograr la victoria “in extremis”.

Este resultado ejemplifica lo que busca este serial de autos eléctricos: finales inesperados, ganadores diferentes en cada carrera y emoción automovilística antes que potencia o poderíos de presupuestos entre armadoras.

Lucas ya había hecho vibrar a los aficionados mexicanos reunidos en las gradas del Autódromo Hermanos Rodríguez, hace dos años, cuando remontó desde la última posición hasta el primer lugar. Esta vez no era de los favoritos para ganar y de nueva cuenta sorprendió.

Lo que parecería un defecto para correr la Fórmula E lo ha convertido en una variable para pensar en lo impredecible. La batería eléctrica tiene un límite ajustado, lo que provoca que los pilotos no solo tengan que pisar a fondo el acelerador sino que también deban dosificar su energía para terminar las carreras o para llegar en mejores condiciones de pelear posiciones en la parte final.

Igualdad

Cada vez son más las firmas automotrices interesadas en trasladar sus programas de desarrollo a la categoría eléctrica. Principalmente atraídas por el control de presupuesto e igualdad en la competencia. Mientras que una escudería de F1 puede gastar hasta 500 millones en una temporada, los equipos de Fórmula E invierten entre 6 y 8% de esa cantidad.

Todos cuentan con la misma batería y el mismo chasis, por lo que el desarrollo se limita al tren motriz. Una de estas consecuencias de igualdad se muestra en el hecho de que en las cuatro carreras en la presente temporada 2018-2019 se han tenido cuatro ganadores distintos. Incluso se trata de cuatro armadoras diferentes.

Para esta cuarta edición del E-Prix de la Ciudad de México se vio por primera vez un auto con una batería que dura toda la carrera; nuevos equipos como BMW, Nissan y HWA (socio de Mercedes), y nuevos pilotos ex F1 como el brasileño Felipe Massa.

La Fórmula E se despide de México para arribar a Hong Kong, en tanto que los aficionados mexicanos al automovilismo cambian las miradas a otro serial internacional más, cuando el próximo mes se realice el Rally de Guanajuato, del WRC, el Campeonato Mundial de Rally.