Hace ya 33 años del estreno de Holocausto Caníbal, el filme que trajo a su director Ruggero Deodato problemas legales por acusaciones de obscenidad y asesinato, al considerarse explícitas escenas de empalamiento demasiado realistas para ser un truco cinematográfico.
Además de las sospechas de ser un filme snuff y la violencia gráfica, Holocausto Caníbal sobresalió entre las películas de su género por la, en ese entonces, novedosa manera de contar la historia de un grupo de exploradores perdidos en el Amazonas cuyo destino es revelado a través del metraje encontrado en la selva.
Lo que Deodato nunca se imaginó, además de sus problemas legales, fue la enorme influencia que tendría en el cine de terror... 20 años después.
The Blair Witch Project fue la primera en tomar este formato de “metraje encontrado” para asustar al espectador, acompañada de una campaña publicitaria que insinuaba que lo visto en la gran pantalla era real.
Quizá fue la ingenuidad de los años 90, pero la película se convirtió en un éxito de taquilla que superó por mucho en ganancias el escueto financiamiento con que fue realizada, aunque la realidad es que el “horror” de esta película no consiguió pasar la prueba del tiempo.
REC, Cloverfield, Grave Encounters, The Devil Inside y Paranormal Activity (1,2,3,4,5, ad infinitum) son algunas de las que se subieron al tren, algunas mejor logradas que otras, pero eso sí, todas con un relativo éxito comercial.
El principal problema con las películas de este género (además de la originalidad) es la dificultad para mantener un ritmo adecuado entre los “sustos” y todo lo demás. Hay una necesidad de dar realismo a la película a través de la cotidianidad de los personajes, con pláticas superfluas de personajes superfluos que no aportan nada a la trama. Es como ver un reality show de personas aburridas con algunos sustos de vez en cuando, si tenemos suerte.
Aunque por lo general no suelen ser filmes de mucha duración, las películas de found footage por lo general son cansadas, 30% de escenas de miedo y 70% de paja aburrida.
Todo esto no significa que el género no pueda ofrecer buenos resultados, quizá la clave se encuentre en fragmentos narrativos de poca duración, como es el caso de V/H/S, estrenada en 2012 y V/H/S 2 que ya se puede ver On Demand este año.
Las dos películas, realizadas por un ensamble de directores a la Paris, je t’aime, cuentan un grupo de pequeñas historias de horror al clásico estilo del found footage, unidas por una narrativa central que más o menos explica a las demás (no hay que revelar todo, el misterio es parte del encanto).
El formato de V/H/S sortea las complicaciones que conlleva el género, pues al tratarse de “cortometrajes” los realizadores se libran de toda la paja para centrarse en la sangre y la acción, librándonos de escuchar personas bobos cuyas aportaciones a la trama se encuentran siempre en el terreno de la obviedad.